Aunque el año 2020 gracias a la Pandemia, fue un año de recogimiento, de puertas para adentro para la mayoría de ciudadanos del mundo, afectada por una pandemia global. No ha sido una temporada para gloria y lucimiento de los famosos, que no han podido dar fe de salidas, grandes fiestas, viajes en yate o ropas de diseño.
A Shakira y a Piqué no ha parecido importarles. Su imagen pública y sus profesiones, que traspasa las fronteras del país en el que viven y donde su relación lleva más de una década en el foco público, son más que suficientes ya para mantenerles en el candelero.
Este 2 de febrero, cuando celebran ambos sus cumpleaños, tampoco será de puertas para afuera. No es su costumbre, ni sus maneras. Shakira soplará las 44 velas de su tarta y Gerard Piqué sus 34 acompañados de los más cercanos, algún miembro de su familia y sus hijos, Milan y Sasha. Alguna foto familiar en Instagram, cada vez menos frecuente, dará por cumplida toda su relación con el exterior.
No es que en pandemia ninguno de los dos haya visto pausada su carrera. De hecho, ha sido una temporada rentable para ambos, pese a que algunas de sus salidas o de sus viajes se hayan visto más ralentizados. Además, han conseguido no solo dar un paso más allá en sus trayectorias profesionales, sino también en su relación como pareja.
Ha sido un año de cosecha, el de los 33 para él y los 43 para ella. Se han podido enfocar más en lo que les gusta y menos en lo que necesitaban mostrar. Shakira arrancó su cumpleaños con uno de los mayores hitos de su carrera: actuar en el intermedio de la SuperBowl, el mayor espectáculo deportivo de EE UU. Lo hizo de forma doblemente poderosa junto a Jennifer Lopez, y poniendo en valor sus raíces colombianas con sonidos como el de la champeta. Más de 100 millones de estadounidenses siguieron un show que levantó aplausos de público y crítica.
Shakira también ha mostrado parte de su faceta solidaria, siempre muy presente en su vida, este año donde tantos han pasado necesidad a niveles extremos. En el momento del inicio de la pandemia, compartió la iniciativa del grupo Puig, con el que fabrica sus perfumes, de convertir parte de sus instalaciones en fábricas de geles hidroalcohólicos que donaron al país. “Un gran ejemplo de cómo hacer el bien social. Espero que inspire a otras compañías”, escribía en marzo.
Pero también ha demostrado la colombiana que quiere seguir creciendo, de ahí que en abril diera a conocer que el confinamiento le había cundido tanto que había obtenido un diploma por la universidad de Pensilvania (EE UU). “Acabo de graduarme de un curso de Filosofía Antigua. Ya sé que mis hobbies no son prácticos pero me tomó horas después de poner a dormir a los niños. Gracias a Platón, sus predecesores y a la Universidad de Pennsylvania por la ‘diversión’ de estas cuatro semanas”.
Estos días su nombre resuena especialmente por la venta de los derechos de sus 145 canciones. Shakira se enorgullece de ser, además de cantante, compositora y, aunque su música continuará siendo administrada por su discográfica, Sony, durante siete años más, el fondo Hipgnosis Songs Fund Limited adquirió hace un par de semanas el 100% de los derechos de publicación musical de Shakira, incluida la participación en los ingresos de la publicación y letras de todo su catálogo.
