Investigan cómo mejorar la detección de gas radón en atmósfera y en suelo

Investigadores del Instituto de Técnicas Energéticas (INTE) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) estudian cómo mejorar la detección de gas radón en la atmósfera y en el suelo, para controlar su impacto en la salud y en el cambio climático.

gas
Foto: Archivo

Para ello, los investigadores del INTE Claudia Grossi y Arturo Vargas han impulsado el proyecto europeo “TraceRadon”, que “proporcionará nuevas fuentes de medida, instrumentos de referencia más sensibles y metodologías efectivas para cuantificar la concentración de gas radón en la atmósfera y sus exhalaciones del suelo, necesarias también para validar modelos de flujos de radón en toda Europa”, señaló la UPC.

El radón es un gas de origen natural procedente de la desintegración radiactiva del uranio presente en rocas y suelo y es la principal fuente de exposición de la población a las radiaciones naturales, por lo que es necesario conocer su distribución en el suelo y sus concentraciones ambientales.

La universidad destacó que, por primera vez, gracias a este proyecto, que coordina el centro nacional de metrología alemán Physikalisch-Technische Bundesanstalt (PTB), se desarrollará una metodología estándar para la aplicación de la técnica de medición Radon Trace Método (RTM), junto con un mapa de flujo de radón validado de alta resolución.

“TraceRadon” es un proyecto transversal que reúne las comunidades científicas que investigan la atmósfera, el clima y la radiación ambiental bajo el paraguas de la Asociación Europea de Institutos Nacionales de Metrología.

Hasta ahora, no había herramientas para medir el gas radón en bajas concentraciones en la atmósfera ni para medir correctamente sus exhalaciones del suelo, indicó la UPC.

Está investigadora Claudia Grossi, diseñadora y promotora del proyecto, destacó que “por primera vez se construirá una metrología completa para medidas de alta calidad de las concentraciones de actividad del radón atmosférico y de los flujos de radón, que servirán para identificar mejor las zonas con altas concentraciones de radón en el suelo”.

Además, el proyecto “ayudará a mejorar los mapas de emisiones de gases de efecto invernadero utilizados y a definir las mejores estrategias para reducir estos gases y llevar a cabo acciones desde el punto de vista climático”, añadió la investigadora.

EFE