Las interminables colas para echar combustible no sólo generan malestar entre los usuarios, quienes tienen que permanecer varios días para llenar los tanques de sus vehículos, lo que también causa molestia entre los comerciantes y vecinos que habitan cerca de esta gasolinera.
En un recorrido realizado por la zona comercial de la avenida Los Jabillos en La Coromoto, municipio Girardot, los comerciantes aseguraron que la cola de los carros interfirieren en los negocios y aleja a los clientes.
Carmen Sosa nos comentó que en reiteradas oportunidades ha tenido que colocar gaveras en la calle para que los carros no se paren justo al frente de su bodega.
“Yo tengo como 5 años con esta bodega, además vendo botellones de agua mineral y la mayoría de mis clientes necesitan el espacio para bajar el botellón de agua y recargarlo. Pero cuando los vehículos están atravesados es imposible que mis clientes puedan estacionarse frente a mi bodega”.
Además en reiteradas oportunidades se concentran en todo el frente del negocio y dejan basura y el mal olor de hacer sus necesidades en uno de los rincones, lo que genera malestar entre los comerciantes que trabajamos aquí y los clientes que solicitan nuestros servicios, expresó Sosa.
A la denuncia de Sosa se unió la del señor Andrés Piñero, quien tiene su negocio de venta de alimentos y medicinas para animales en el mismo sector comercial.
“Es impresionante como le cambia el rostro al frente de mi negocio cuando no se paran los carros que están a la espera de su turno para echar gasolina. Sin ellos allí es más fácil para que mis clientes vengan a comprar, puedan hacer su cola y pedir lo que necesiten sin tanto problema”.
Indicó que ahora más que nunca es importante evitar que los carros tapen los frentes de sus negocios, ya que con el sistema de 7+7 las ventas comienzan a bajar, lo que trae como consecuencia pérdidas al negocio. “Y los clientes no pueden pararse para comprar, se dificulta la venta de la mercancía”.
Finalmente Deison Stéfano comentó que las colas para echar gasolina deberían hacerse por dentro de la comunidad La Coromoto, para evitar el congestionamiento en la avenida principal y zona comercial.
“En el caso de nosotros que prestamos el servicio de agua potable necesitamos tener espacio para que nuestros clientes puedan estacionarse, bajar los botellones y volver a subirlos en sus carros“.
Otro de los problemas que se presenta con frecuencia es que cuando la cisterna viene colapsa el tráfico, pues no hay donde estacionarse, la calle es muy angosta y se forma el “caos”.
Los comerciantes esperan que en los próximos días se solucione el problema con la distribución de la gasolina y que los frentes de sus locales permanezcan libres de carros marcando la cola.
IRIOS MÉNDEZ | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA
