Directores de teatro de toda Europa piden poder reabrir las salas

Directores de teatro de toda Europa han enviado este miércoles una carta al Parlamento Europeo para pedir a las autoridades que dejen abrir las salas, a pesar de la pandemia de coronavirus, porque pueden “garantizar” el cumplimiento de los protocolos de seguridad.

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Foto: archivo

“No importa cuán difícil sea la situación, ya sean ataques, guerra o pandemia, estamos listos para trabajar de manera segura. No consideremos nunca como un hecho ‘normal’ que los teatros estén cerrados”, remarca la misiva, encabezada por la directora del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), Carme Portaceli, y el director del KVS de Bruselas, Michael de Cock.

“En estos tiempos difíciles en los que tanto ansiamos tener esperanza, coloreemos el mundo con la imaginación que necesitamos para sobrevivir y continuar siendo humanos”, afirma.

En el texto, titulado “La cultura es segura”, los directores expresan su deseo de que las compañías de teatro de toda Europa puedan volver a trabajar “pronto” y recuerdan que “los protocolos y la experiencia para mantenernos seguros están ahí”.

Son conscientes de la gravedad de la situación y “del terrible impacto de la COVID-19 en nuestras vidas”, así como que no deben “relajarse” las reglas.

Sin embargo, hacen un alegato a favor de la cultura “porque no solo somos cuerpos. Tenemos también otras necesidades esenciales, como mantener nuestro bienestar psíquico, ser comprendidos, compartir historias y disfrutar la belleza”.

En este punto, citan al poeta español Federico García Lorca cuando, a la pregunta sobre qué necesitaría si tuviere hambre, respondió: “No pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro’. Él comprendió la importancia de alimentar su ‘espíritu'”.

No es la primera vez en la historia que se cierran teatros, lo que ya ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial o debido a ataques terroristas en varias ciudades europeas, pero “siempre se trató de medidas excepcionales”.

“Nunca debemos tomar esta situación como algo normal”, sentencian.

En su opinión, después de meses de pandemia “la gente está cansada y deprimida. Ningún antidepresivo funciona mejor que estar juntos de forma segura”.

Y subrayan que ellos pueden organizarlo, aunque son conscientes de que hoy el mapa cultural de Europa “se muestra muy fragmentado”.

“Podemos asegurar que los teatros modernos están tan bien ventilados en Bruselas como en Oporto. Y la gestión de multitudes en París y Ámsterdam es igual de buena que la gestión del público en Barcelona”, resaltan.

Por todo ello, demandan que en el marco de iniciativas como Between Lands, Opera Europa o Europeen Theatre Convention se realicen consultas y se “desarrolle una visión conjunta sobre qué es cultura y qué puede significar en estos tiempos excepcionalmente difíciles e históricos”.

Otros firmantes de la carta son Fabrice Murgia (Théâtre National de Bruxelles), Peter de Caluwe (De Munt/La Monnaie), Milo Rau (NTGent), Serge Rangoni (Théâtre de Liège, Prospero, European Theatre Convention), Guy Casiers/Maud Van de Velde (Toneelhuis), Chloé Dabert (La Comédie de Reims) y Wajdi Mouawad (Théâtre National de la Colline, París).

También, Giuliano Barbolini (Emilia Romagna Teatro Fondazione), Tiago Rodrigues (Teatro Nacional Di Maria II), Alfredo Sanzol (Centro Dramático Nacional, Madrid), Nuno Cardoso (Teatro Nacional Sâo Joâo, Oporto), Txema Viteri (Teatro Calderón de Valladolid, en España) y Claudio Longhi (Piccolo Teatro di Milano).

EFE