Chile cerró en 2020 su década más cálida desde que se tienen registros

Chile registró en los últimos diez años su temperatura media más alta desde 1961, cuando se comenzaron los registros, y 2020 está dentro de los diez años más secos desde 1981, según informó este miércoles el Gobierno.

“El cambio climático llegó y es una realidad. Tenemos que trabajar con urgencia y con obligación para adaptarnos a sus riesgos”, afirmó la ministra de Medioambiente, Carolina Schmidt.

Según los últimos datos de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), el cambio climático ha provocado un incremento de 0,14 grados por década en los últimos 60 años.

El 2020 se ubica como el tercer año más caluroso de la década, después de 2015 y 2016, con una temperatura media continental de 13,6 grados y una máxima promedio de 20,2 grados, la segunda mayor desde que se miden estos datos.

“Ya estamos inmersos en este problema mundial llamada calentamiento global y sus consecuencias impactarán sobre el medioambiente, pero también sobre nuestra propia salud”, alertó Claudia Villarroel, jefa de Cambio Climático de la DMC.

El aumento de las temperaturas, detalló, podrían atraer nuevas plagas como el dengue -prácticamente inexistentes en Chile-, incrementar el riesgo de insolación para los trabajadores al aire libre e incluso ser perjudicial para personas con problemas cardiovasculares.

Además, aumenta el riesgo de incendios, lo que se traduce en un aumento de la deforestación y la desertización del planeta, agregó la experta.

CATORCE AÑOS DE SEQUÍA

El año pasado está también dentro de los 10 más secos desde 1981, con un déficit nacional de lluvias de un 12 %, siendo las regiones centrales más afectadas, donde se supera el 36 %, explicó la institución.

Chile suma así 14 años consecutivos de sequía, con una tendencia nacional de una caída del 7 % de las precipitaciones por década, advirtió la DMC.

La crisis hídrica de Chile podría, según académicos y expertos, reducir los recursos de agua en un 50 % antes de 2060, especialmente en el norte y centro de país, donde miles de habitantes reciben agua diariamente gracias a camiones aljibes.

Organizaciones como Greenpeace dicen que el modelo de gestión de agua, no considerado como un bien público y no priorizado para consumo humano -al contrario de lo que pide Naciones Unidas-, ha agravado la crisis hídrica, la peor en seis décadas.

Chile es uno de los países con el mayor nivel de privatización del agua del mundo: se calcula que hoy en día el 80 % de los recursos hídricos del país están en manos privadas, principalmente de grandes empresas agrícolas, mineras y de energía.

EFE