El nombramiento se produjo en la sexta jornada del VIII congreso de la formación única norcoreana que se celebra estos días en Pionyang, tal y como informó este lunes la agencia estatal KCNA.
La designación tiene ante todo una fuerte significación a nivel interno, ya que el último secretario general hasta ahora había sido su padre, Kim Jong-il, que obtuvo el cargo en 1997 y lo conservó hasta su muerte en 2011.
EN LA ESTELA DE SU ABUELO
Kim Jong-un ascendió a secretario primero en 2012, poco después de la muerte de su progenitor, y en el anterior congreso del partido de 2016 pasó a ser presidente, rango que ostentó también su abuelo entre 1949 y 1966, cuando, al igual que ahora su nieto, pasó a ser “chongseogi” (secretario general).
La decisión parece pues encaminada a construir una narrativa que, de nuevo, traiga a la memoria de los norcoreanos a Kim Il-sung, algo que el régimen ha tratado de hacer desde que Kim Jong-un llegó al poder aprovechando las enormes similitudes tanto físicas como de carácter entre abuelo y nieto.
En un momento en el que el país parece atravesar su peor crisis económica en años parece sensato ligar la figura del joven líder a la de su abuelo -sinónimo de las victorias militares pergeñadas por la propaganda y de (relativa) prosperidad- y no tanto a la de su padre, de carácter huraño y asociado a la terrible hambruna de los años 90.
NUEVA FIGURA
Jo ha sustituido a Pak Pong-ju, convirtiéndose así en una de las cinco figuras más poderosas del régimen junto a los otros cuatro miembros del presídium: el propio Kim Jong-un, Choi Ryong-hae, Ri Pyong-chol y Kim Tok-hun.
Muchos ojos estaban puestos en él, ya que desde que empezó a acompañar al líder en sus visitas periódicas allá por 2014 no ha dejado de ganar protagonismo, hasta el punto de ser nombrado en 2019 miembro alterno del buró político y vicedirector del Departamento de Organización y Orientación, poderoso órgano que supervisa al partido.
A día de hoy Jo es el funcionario que más veces ha aparecido en público en el último lustro junto al líder, al que ha acompañado en importantes pruebas de armas, en su viaje a China en 2018, en una cumbre con el presidente sureño, Moon Jae-in; o en otras dos con el aún presidente estadounidense, Donald Trump.
INCÓGNITA DE LA HERMANA DE KIM JONG-UN
Muchos expertos esperaban que este año, en el que Kim Yo-jong ha ganado aún más protagonismo erigiéndose en muchas ocasiones en portavoz del régimen en materia de política exterior, fuera designada en esa lista de funcionarios, aunque otros tantos señalan que su ausencia no implica una pérdida de estatus.
SEÚL TIENDE LA MANO
Hoy mismo, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, que fue un intermediario clave para lograr que Kim celebrar tres cumbres con Trump, dijo que se reunirá con representantes norcoreanos “donde y cuando sea” para reavivar lazos y el proceso de paz y desarme.
Mientras, el congreso norcoreano continúa hoy, día en que posiblemente concluya con un desfile como colofón, ya que el ejército sureño detectó el domingo señales de lo que pudo ser una procesión militar en la plaza Kim Il-sung de Pionyang o bien un ensayo de la misma.