Hasta tres viajes al día hacen las personas para llenar sus pipotes con agua

Desde el mes de octubre los habitantes de Caña de Azúcar, El Limón y La Candelaria están padeciendo de la falta de agua por tubería, lo que ha generado un malestar colectivo, ya que para obtener el vital líquido deben caminar varios kilómetros para llenar sus pipotes.

 pipotes de

Los llenaderos improvisados que están a lo largo y ancho de estos sectores permanecen full de personas día y noche. “Desde el mes de octubre nosotros los que vivimos en el sector 2 de Caña de Azúcar y La Candelaria, no sabemos lo que es usar agua por tuberías”, expresó Juan Galindo.

Mientras que Mercedes Belisario comentó que con su carrito de mercado hace por lo menos 3 viajes diarios para llenar sus potes con agua y llevarlas hasta el edificio donde vive.

“Soy una persona de la tercera edad, casi no puedo caminar, no tengo nadie que me pueda ayudar a cargar agua, ya cuando voy por el segundo viaje estoy agotada”.

Mencionó que despidieron y recibieron el año cargando agua, mientras que las autoridades municipales e Hidrocentro se hacen de la vista gorda ante la crítica situación.

Mientras que Belkis Quero se unió a la protesta realizada por las personas de su comunidad.

“Diariamente hago 2 viajes para poder llenar mis recipientes de agua, para bañarme, cocinar y mantener las áreas limpias y más ahora que hay un nuevo brote de Coronavirus, el tema del agua es esencial”.

Señaló que afortunadamente para nosotros no tenemos que pagar para conseguir el agua, pero hay otros sectores que deben pagar por agarrar agua.

CISTERNAS COBRAN HASTA 30 DÓLARES

Por otro lado, Douglas Gámez señaló que deben cargar agua hasta tres veces al día, ya que pagar un camión cisterna es muy costoso y con tantas personas en el edificio eso dura muy poco.

Un camión cisterna está cobrando hasta 30 dólares por llenar un tanque de agua, si de broma tenemos para comer de dónde vamos a sacar los 30 dólares, es una locura este problema del agua”.

Agregó que el gobierno municipal debería crear mecanismos para llevar el agua a las comunidades que somos los más afectados.

Finalmente, Gladis Uzcáegui aseveró que cada día que pasan sin agua es una verdadera tortura, ya que las personas se les hace difícil realizar sus quehaceres sin el vital líquido.

“Yo vengo a buscar agua dos veces al día y no busco más porque a mi edad es casi imposible realizar más viajes, pido a los entes gubernamentales se aboquen a resolver la situación, ya que nadie dice y hace nada ante la problemática”.

IRIOS MÉNDEZ | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA