Fusión tecnología y ciencia está permitiendo descubrir secretos de grandes obras

Hace apenas unos meses, sin ir más lejos, sumó un nuevo lienzo a su amplia galería. El milagro lo obró tecnología del CERN desarrollada para medir la radiación espacial y que se emplea, por ejemplo, en la ISS.

Los cinco siglos que lleva sepultado bajo el Panteón de Agripa, en Roma, en una sencilla tumba situada a los pies del altar de la Madonna del Sasso que él mismo se encargó de diseñar antes de su muerte, no impiden a Rafael Sanzio seguir aumentando su legado.

Gracias a su escáner robótico de rayos X (RToo), InsightART —compañía con sede en la incubadora de negocios de la Agencia Espacial Europea— pudo adentrarse en los secretos del cuadro Virgen con Niño y confirmar con el aval de las últimas tecnologías lo que los expertos llevaban tiempo defendiendo: que el lienzo, pintado en 1517 por encargo del papa León X y que ha protagonizado a lo largo de los últimos cinco siglos un periplo digno del mejor thriller de Ken Follett —perteneció a Napoleón y a punto estuvo de colgar en el salón de Hitler—, es de Rafael. Para hacerlo, los investigadores de InsightART tuvieron que meterse dentro de la pintura.

La obra se escaneó mediante radiografía espectral de rayos X. Los escaneos revelaron en detalle la estructura interna de la pintura. Se pudo establecer que el concepto general de la pintura se pensó con gran detalle, desde las capas de base hasta los esmaltes finales”, explica Jiří Lauterkranc, restaurador y cofundador de InsighART en un artículo recogido en la propia web de la firma. Su escáner, RToo, incorpora un detector de partículas desarrollado en el CERN con fines de exploración espacial y fabricado por la empresa ADVACAM.

ElSiglo