Feligreses se activaron con las misas de aguinaldo

Desde muy temprano en la mañana los feligreses y creyentes de la iglesia católica se concentraron en las calles de La Maracaya para recibir la bendición del párroco de la comunidad.

Los feligreses desde temprano escucharon la palabra de Dios

Las tradicionales liturgias de navidad invadieron las calles de la comunidad, los habitantes del sector ubicado en la parroquia Joaquín Crespo del municipio Girardot, escucharon la palabra del Señor con las tradicionales misas de gallo.

Al respecto, el padre José Valentín Duerto mencionó, “ya dimos comienzo a las tradicionales misas de aguinaldo en nuestro país, es un tiempo de preparación, de gozo y alegría que nos embarga a todos nosotros como seguidores y discípulos del señor Jesucristo”.

Detalló el padre Duerto que Venezuela ha sido privilegiada desde hace muchos años de la celebración de las misas de aguinaldo, resaltando que es un encuentro de fe y hermandad unida con un mismo espíritu.

En este sentido, indicó el padre, “es un momento de gran gozo y alegría, donde se preparan de manera más particular para celebrar el nacimiento del hijo de Dios, estos días próximos a la navidad sean una oportunidad maravillosa para vivirla en familia, en paz y fraternidad; que el gozo de la alegría y esperanza que nos trae el niño Dios sea fuente de bendición para todos”.

Entre tanto los participantes a estas celebraciones religiosas expresaron la motivación que los lleva a seguir con la tradición de las misas de aguinaldo o misas de gallo como es conocida también.

De esta manera, Tamar González acotó, “celebramos el nacimiento de Jesús, en estos tiempos debemos adorarlo mucho, porque hay mucha gente fuera de estos contextos, debemos creer mucho en el Niño Jesús y adorarlo a través de nuestras oraciones, para que le proporcione a Venezuela muchas bendiciones”.

Por otro lado, Rosa Ramírez señaló, “somos garantes de la paz, por lo que pedimos al Señor tanto por los enfermos, ancianos, para no perder la alegría, en lo que a mi respecta tengo el corazón un poco triste porque mis hijos y hermanas están lejos, pero siempre esperanzados con la fe en Dios con mucho gozo y alegría”.

Por su parte, Emilia Mejías aseveró, “para mi las misas de aguinaldo son algo hermoso, grande, ya me perdí la primera y lo lamento mucho, porque soy de las que voy a las 9 misas, pero ya me reincorporé y no pierdo una más”.

JOSÉ CARPIO G. | elsiglo