CEV exige investigación del naufragio en Güiria

Este lunes la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), emitió un comunicado para lamentar la tragedia ocurrida el pasado sábado 12 de diciembre en la Güiria, estado Sucre, donde encontraron a 19 personas fallecidas en el mar, tras intentar llegar a Trinidad y Tobago a través de una lancha desde el estado Sucre, rechazando la actitud de Venezuela y Trinidad y Tobago sobre esta situación y que se abra un proceso de investigación sobre este hecho.

“Lejos de aceptar su responsabilidad y adoptar las medidas necesarias para la no repetición y la reparación integral de las violaciones a los derechos humanos de las personas migrantes, realizan declaraciones de criminalización y desprestigio hacia los funcionarios internacionales de los órganos de protección y las organizaciones no gubernamentales que se ocupan de realizar trabajo humanitario con la población migrante venezolana”, expresa el comunicado.

Además, la CEV rechazó la conducta por parte de las autoridades de  Trinidad y Tobago, por “incurrir en una transgresión del deber de no devolución”, y por la “estigmatización y discriminación hacia las personas de nacionalidad venezolana que en calidad de migrantes”.

Asimismo, hicieron énfasis para que entre estas dos naciones respeten los tratados internacionales sobre la migración, como lo son: “artículo XXVII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, del artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención de Ginebra de 1951 sobre el Estatuto del Refugiado, en particular los principios fundamentales de No Devolución y Unidad Familiar y el artículo 22 de la Convención sobre los Derechos del Niño”.

La iglesia católica argumenta que con este tipo de situaciones “constituyen graves violaciones a los derechos humanos” hacia “la población migrante venezolana que busca llegar a territorio de la isla de Trinidad desde el estado Sucre”.

En el texto también dice que Venezuela y Trinidad y Tobago están obligadas a “respetar íntegramente y sin discriminación de ningún tipo todos los derechos humanos de las personas migrantes, específicamente todos los deberes de prevención, investigación, sanción a los responsables, reparación integral de las violaciones a los derechos humanos y no discriminación”.

El comunicado sostiene que “Este tipo de hechos no debe quedar en el olvido”  haciendo un llamado de atención a los Gobiernos de Trinidad y Tobago por “el incumplimiento de sus deberes y obligaciones” exhortando a estas dos naciones proceder en abocarse en darle respuestas a cada una de los migrantes venezolanos.

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