Más de 300 detenidos en protesta contra Lukashenko

Los bielorrusos salieron de nuevo a la calle para exigir la renuncia del presidente, Alexandr Lukashenko, y lo hicieron con una nueva táctica para evitar la represión policial, medida que no logró impedir que hubiera más de 300 detenciones en todo el país.

LukashenkoMás de tres meses después de las elecciones presidenciales, consideradas fraudulentas por la oposición y Occidente, los bielorrusos siguen tomando cada domingo las calles en Minsk y otras ciudades, como Grodno, Brest o Vítebsk, pese al frío y la nieve.

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Ante las masivas detenciones y la represión policial para evitar que los manifestantes se congreguen en el centro de la capital, la oposición ha optado por una nueva táctica.

En la “marcha del barrio” de este domingo grupos pequeños se reunieron en su vecindario primero y formaron después columnas en sus respectivos distritos para protestar contra Lukashenko, que asumió tras las elecciones de agosto su sexto mandato.

La oposición consideraba que así dificultaría la actuación violenta de las unidades especiales de intervención del régimen bielorruso, ya que tendrían que dividirse para ir de distrito en distrito para detener a los manifestantes.

La nueva táctica, sin embargo, no impidió que hubiera numerosas detenciones ni tampoco logró evitar la violencia policial o el uso de gas lacrimógeno y granadas aturdidoras contra manifestantes pacíficos, tal y como se puede ver en las imágenes difundidas por el portal independiente.

La organización de derechos humanos bielorrusa Vesná ha documentado hasta el momento 327 detenciones, sobre todo en Minsk. Entre los detenidos se encuentra el economista y miembro del Consejo Coordinador de la oposición para el traspaso pacífico del poder, Dmitri Kruk, según sus compañeros del Centro Bielorruso de Investigación Económica.

“Apoyaré a todos los que vayan a la marcha del barrio este domingo. Después de todo, ya hemos recorrido un camino enormemente difícil”, señaló la líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, en un vídeo colgado antes de la marcha en su canal de Telegram.

Mientras, Lukashenko, en el poder desde hace 26 años y que acaba de asumir un nuevo mandato de cinco años, no piensa ceder ante el clamor de miles de ciudadanos y la oposición.

Lo único que ha dejado claro es que no seguirá al frente del país una vez se hayan adoptado las reformas constitucionales que ha propuesto para calmar los ánimos, pero sin mencionar una fecha para abrir y concluir este proceso.

EFE