El buque antisubmarino ‘Almirante Vinogradov’, de la flota rusa del Pacífico, interceptó este martes un destructor estadounidense para impedirle la violación de la frontera nacional, informó el Ministerio de Defensa (Mindef).
La nave frenó la violación de la frontera estatal de Rusia por parte del destructor norteamericano ‘John MacCain’ en la bahía Pedro El Grande, después de que esa embarcación se adentró dos kilómetros en las aguas territoriales de este país, señala una nota del Mindef.
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“El gran buque antisubmarino, a cargo del seguimiento del destructor, advirtió por canales internacionales de comunicación la posibilidad de embestir a la nave intrusa para poner fin a ese tipo de acciones violatorias de las aguas territoriales rusas”, señala el comunicado.
Tras la advertencia, el destructor estadounidense, el cual se encontraba desde hace varios días en el mar del Japón, abandonó de inmediato los límites de la frontera rusa, precisa el Mindef.
En junio pasado, aviones de espionaje y bombarderos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) realizaron vuelos en la zona del mar Báltico, como parte de las maniobras Baltops-2020, en loas cuales participaron 28 unidades de superficie e igual número de aparatos aéreos.
Los ejercicios del bloque noratlántico incluyeron entonces a 3.000 militares de 17 de sus miembros y de dos estados asociados: Suecia y Finlandia. El 5 de junio los buques y medios de seguimiento de la flota rusa del Norte vigilaron el movimiento de la fragata francesa ‘Aquitania’, en el mar de Barents.
La incursión de la nave gala, con misiles cruceros de mil kilómetros de alcance, fue la segunda en esa cuenca en menos de un mes de buques de guerra de la alianza atlántica, algo que no ocurría desde la década de 1980.
A principios de mayo tres destructores estadounidenses, dotados de sistemas antimisiles, y una fragata británica entraron al mar de Barents, donde fueron seguidos de cerca por los medios navales rusos.
En su momento, el vicejefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, coronel general Serguei Rudskoi, denunció que los mencionados barcos de la Otan practicaron en el mar de Barents cómo interceptar cohetes balísticos rusos.
