“Sujetos armados” asesinaron a campesino en La Quebrada

Por razones inexplicables, un ciudadano que trabajaba como agricultor fue asesinado aparentemente por “sujetos armados” en una fiesta que se celebraba en el barrio La Quebrada, sector ubicado en la carretera nacional San Mateo-La Victoria.

Familiares que no quisieron identificarse por temor a represalias, expresaron que los hechos ocurrieron aproximadamente a la 1:30 de la madrugada del sábado. Afirmaron que allí se desarrollaba una fiesta y uno de los invitados era Ángel Manuel Flores, de 27 años de edad, padre de un niño y de oficio agricultor, cuando se presentaron varios hombres en unos vehículos que se parecen a los de una patrulla militar.

Seguidamente los extraños visitantes se presentaron al sitio faltándole el respeto a las damas, mientras que al agricultor le cayeron a patadas como si fuese un perro callejero. Luego lo bajaron del cerro y de pronto la comunidad escuchó unos disparos, y cuando la gente se acercó al sitio, los individuos ya se habían retirado de la comunidad.

Horas más tarde, Ángel Flores apareció muerto en el ambulatorio de la localidad. Posteriormente salieron con el cuento que el joven había muerto en un presunto enfrentamiento, cuando eso es totalmente falso, afirmaron los denunciantes.

Dijeron que el ciudadano nunca tuvo entradas en los cuerpos policiales ni mucho menos reseñas en las oficinas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

“Flores no sabía manipular armas de fuego, y en el expediente aparece reflejado que le localizaron un arma de fuego”, expresaron los parientes, quienes se mostraban contrariados con la noticia.

Tampoco formaba parte de una banda delictiva y gozaba del aprecio de los vecinos del barrio El Cubito, sitio donde tenía una parcela, en la cual se dedicaba al cultivo de los diversos rubros que se distribuyen en San Mateo y en La Victoria.

A través del matutino de los valles de Aragua, los dolientes pidieron a la fiscal del Ministerio Público una investigación y se determine la culpabilidad. “Quienes vivimos en los barrios pobres no somos delincuentes, llevamos la frente muy en alto y defendemos el honor de nuestros jóvenes que salen a diario a partirse el lomo para ganarse el sustento diario de una manera honrada. Este caso no puede quedar impune”.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo