Los hospitales franceses recibirán el año próximo una partida de 650 millones de euros para inversiones corrientes como pueden ser la compra de material de uso habitual o reformas en el interior de los centros, lo que pretende mejorar las condiciones de trabajo del personal sanitario.
El Ministerio de Sanidad destacó este sábado en un comunicado que estos 650 millones de euros, que se han incorporado al proyecto de presupuestos de 2021 que se debate actualmente en el Parlamento, son resultado del proceso de concertación finalizado el pasado mes de julio con los sindicatos y con los representantes del sistema sanitario.
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Una concertación organizada en respuesta al malestar de médicos, enfermeras y otros trabajadores de los centros sanitarios por la presión a la que están sometidos desde el comienzo de la epidemia del coronavirus.
El Gobierno ya había establecido un primer paquete de 150 millones de euros para esos gastos corrientes en 2020, que se incrementará con 500 millones más el próximo ejercicio.
El reparto no lo hará directamente el Ministerio, sino que corresponderá a las agencias regionales de sanidad. Del total del dinero, 150 millones se destinarán de forma específica a los departamentos del país más pobres o menos densos, con la idea de reducir las desigualdades.
“Si queremos que nuestro personal sanitario siga ejerciendo su vocación, tenemos que darles los medios para hacerlo. Y eso significa invertir para que tengan acceso al material que necesitan diariamente, más todavía si trabajan en un territorio en dificultades”, explicó el ministro de Sanidad, Olivier Verán.
