Pereció ganadero en accidente vial en la Autopista Regional

Un ciudadano que se dedicaba a la ganadería y al sector construcción en la capital carabobeña, pereció en un accidente automovilístico en la Autopista Regional del Centro poco antes de llegar al peaje de La Cabrera del municipio Girardot.

La esposa de la víctima ofreció datos del accidente

La víctima se llamaba Alfredo Jesús Alvarado García, quien residía en el sector Santa Inés en Valencia del estado Carabobo, y en la madrugada del jueves, específicamente a las 3:30 de la madrugada, salió de la casa conduciendo un vehículo Ford Fiesta Power, de color blanco.

Se trasladaba a la ciudad de Caracas, en donde realizaría varias diligencias y a la altura de La Cabrera, el hombre se consiguió con un poco de piedras arrojadas por “Los Sanguinarios de la Autopista” en medio de la canal rápida.

Al realizar una maniobra brusca, tratando de evitar una posible tragedia vial, el ganadero volcó aparatosamente y eso le costó la vida a las 12:20 minutos de la madrugada de ayer viernes, informó su esposa, quien no se identificó ante los reporteros de elsiglo. Se encontraba muy consternada por lo sucedido.

Le apreciaron fracturas y otras lesiones que contribuyeron a que falleciera en tales circunstancias.

La esposa comentó que su compañero sentimental dejó de existir cuando estaba siendo intervenido quirúrgicamente, y de su relación amorosa le quedaron tres hijos, quienes lloran desesperadamente por la muerte de su padre.

Por otro lado, se indicó que las averiguaciones del caso están en manos de los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.

Vale precisar que los integrantes de la banda actúan en el tramo de La Cabrera e incursionan en horas nocturnas. Ellos arrojan piedras y cualquier otro objeto en los canales de mayor desplazamiento para ocasionar tragedias viales y caerles a la gente como “pirañas”.

Por medidas de seguridad de los conductores y sus acompañantes, se recomienda a los usuarios de la Autopista Regional del Centro tomar las precauciones del caso.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo