Le Pen quiere derogar artículos en nombre del antiterrorismo

La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, quiere que Francia derogue algunos artículos del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) porque considera que “nos impiden protegernos de los terroristas”.

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“La nación francesa debe ser absolutamente soberana” en política migratoria, subrayó este domingo Le Pen en una entrevista al canal de televisión “LCI”, en el que se quejó en particular de que la CEDH impida la expulsión de un extranjero cuando se considera que en su país de origen podría correr peligro.

A su parecer, impedir a la salida de prisión la expulsión de un terrorista que ha matado es “una puesta en peligro del pueblo francés”. Por eso, quiere que Francia “salga de un cierto número de artículos del CEDH” de la misma forma que ya lo han hecho otros países, como Dinamarca o el Reino Unido.

Al calor del debate sobre el integrismo islámico reabierto por el asesinato en la región de París el 16 de octubre de un profesor, Samuel Paty, que había mostrado las controvertidas caricaturas de Mahoma a sus alumnos, la presidenta de la Agrupación Nacional (RN) dijo que “hay que aceptar que estamos en guerra contra el islamismo” y por eso quiere “una legislación de guerra”.

En la práctica, eso significa que hay que “declarar como enemiga esa ideología”, prohibir las organizaciones y cerrar las mezquitas que la propagan, expulsar a los extranjeros que la apoyan y condenar por indignidad nacional a los franceses que también la sustentan.

También hay que “encarcelar de por vida” a los que hayan cometido crímenes terroristas, según Le Pen, porque “es la forma de proteger a la sociedad”.

La líder de la extrema derecha anunció que votará el proyecto de ley contra el integrismo islámico que el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, debe presentar en diciembre, pero “sabiendo que es totalmente insuficiente”, entre otras cosas porque no contempla limitar la inmigración.

Afirmó que la familia del joven checheno Abdoullakh Anzorov, que decapitó a Samuel Paty, “nunca debería haber aterrizado en Francia” ni se le tendría que haber permitido instalarse porque, de acuerdo con sus informaciones, se sabía que había prestado apoyo a terroristas chechenos.

Los miembros de la familia del asesino, incluido él mismo, han estado viviendo en Francia con el estatuto de refugiados.

EFE