El ex ciclista estadounidense Lance Armstrong encabeza este domingo un pelotón de decenas de atletas que recorren Beirut para recaudar fondos para la reconstrucción de la ciudad, al cumplirse dos meses de la explosión que destruyó parte de la capital libanesa, causando al menos 191 muertos y más de 6.500 heridos.
Los ciclistas partieron del puerto de Beirut, donde se originó la deflagración el pasado 4 de agosto, en un circuito de tres horas que pasará por las sedes de las cuatro ONG a las que se destinará la cuantía de las inscripciones, así como por algunas de las áreas más devastadas por la tragedia.
El siete veces ganador del Tour de Francia, si bien los títulos le fueron retirados posteriormente por dopaje, lideró el evento “Pedalea por Beirut con Lance Armstrong”, cuyos participantes regresarán al punto de partida al filo de las 18.00 hora local (15.00 GMT), minutos antes del momento en que sucediera la explosión.
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“La principal inspiración es Tom Berick, un chico libanés que vive en Estados Unidos y que nos pidió que viniésemos para recaudar dinero y concienciación y lograr algo de cambio”, explicó Armstrong a Efe en el puerto capitalino.
El mismo Berick estuvo asimismo presente en la carrera, destinada a concienciar a través del deporte sobre el tamaño del “problema” derivado de la tragedia, especialmente entre la diáspora libanesa, dijo el también atleta a Efe.
Bajo la atenta mirada de un equipo de la Cruz Roja, el pelotón recorre ahora las calles flanqueadas por edificios en plena reconstrucción, formado por ciclistas de diversas nacionalidades que se aferran al manillar para colaborar en el retorno a la normalidad de urbe que les acoge.
Para algunos como Asiya Iskakova, las ganas de ayudar aumentaron todavía más debido a la presencia de Armstrong, quien quedó suspendido de por vida tras admitir en 2013 que se había dopado.
“Debido a los eventos, cualquier atención sobre Beirut es buena en este momento, ya han pasado dos meses y parece que la gente ya se ha olvidado de lo que pasó”, consideró la ciclista en declaraciones a Efe. Esta tarde tendrá lugar una vigilia en el puerto para recordar a las víctimas del suceso.
El pasado 4 de agosto, explotaron 2.750 toneladas de nitrato de amonio que llevaban almacenadas en el puerto de la capital libanesa seis años, una catástrofe que ha dejado a unas 300.000 personas sin hogar.
