Desbordamiento del río El Limón arrasó con todo a su paso

La comunidad del municipio Mario Briceño Iragorry vivió una tarde de espanto, apenas tres días después de conmemorarse 33 años de aquella tragedia, cuando el río El Limón nuevamente gritó que no respeta nada en su camino cuando se desborda.

Las riberas del río, por los sectores Mata Seca, El Progreso, Los Capuchinos, Los Manguitos, Caja de Agua, Corral de Piedra, entre otras zonas, colapsaron ante el empuje de las aguas, que traían gran cantidad de sedimento desde la montaña.

Debido a la premura y emergencia del caso, las autoridades policiales y de Protección Civil desalojaron a las familias que residen en las adyacencias del cauce, sin embargo, numerosas familias vivieron momentos de peligro, ya que la crecida fue súbita.

Al cierre de esta edición no se reportaban pérdidas de vidas humanas, no obstante existía preocupación, pues circuló un video por redes sociales en el cual se observaba a un hombre siendo arrastrado por la corriente del río.

PANORAMA DE TRAGEDIA

La avenida Caracas estaba repleta de palos, piedras, escombros de todo tipo, y todo lo que arrastró el caudal embravecido, a consecuencias del desbordamiento de las quebradas continuas, las cuales conforman el típico, pero vulnerable ambiente fluvial de El Limón.

Desbordamiento
La fuerza del río se presenció en el puente de La Candelaria

Otras de las comunidades que se mantuvo en alerta fue La Candelaria. A su paso por esta zona, el río llevaba una enorme fuerza, ya que arrastraba de todo, escombros, bombonas de gas, pipotes plásticos y hasta tanques, señal de que, río arriba, la situación era muy crítica.

En la zona, el alcalde del municipio Mario Briceño Iragorry, Brullerby Suárez, realizó un recorrido, indicó que la crecida se originó a la altura del sector del afluente Manguito, y destacó que hasta ese momento no se habían reportado personas desaparecidas o fallecidas.

“Estas corrientes de aguas a su vez se unen con el río El Limón, afectando las comunidades de Caja de Agua, Corral de Piedras, El Progreso, Arias Blanco, la avenida Universidad, la Caracas, la Principal, es importante destacar que no hay pérdidas humanas, según los reportes que hemos recibido por parte de las autoridades”.

Igualmente comentó que en el sector Corral de Piedra y Caja de Agua numerosas viviendas fueron afectadas y sus residentes desalojados, se trata de dos cuadras completas de esa zona donde el peligro fue mayor.

HABITANTES ANGUSTIADOS

Los angustiados residentes de El Limón se encontraban consternados por la feroz inundación, y cundió la preocupación por el paradero de otros familiares, lo que colapsó incluso las telecomunicaciones en la zona.

Al respecto, David Hernández señaló: “Bueno la situación es que tenía más de una hora y media que estaba lloviendo en la montaña, eso provocó este desborde que se trajo lo que estamos viendo en este momento”.

Por su parte, Alexander Perozo aseveró que “el río buscó su cauce y estas son cosas que deben prevenirse, es debido a tanta tala, y la gente que lanza cosas al río, para la gloria de Dios, esperemos que se mantenga solo con una alarma”.

Igualmente Hernando Ramírez comentó: “Esta situación acarreó mucho desespero y angustia entre los habitantes de El Limón, todas los puentes están cerrados, no hay paso, por las vías no sabemos cómo están nuestros familiares allá arriba, se dice que hay casas derrumbadas, que hay muertos, pero no sabemos a ciencia cierta qué ocurrió”.

NO ES POR NADA, PERO UNO SE ASUSTA

Los usuarios de la estación de servicio de El Limón tenían nueve días en la zona esperando surtir sus vehículos, y no tuvieron tiempo de movilizarse. La inundación fue tan rápida que muchas unidades quedaron atrapadas por el fango.

Al respecto, Máximo Gamboa señaló: “Estoy desde el martes pasado en la cola, vine a surtir gasolina y quedé atrapado en esta situación, tenía nueve días, esto fue impresionante. Yo soy sobreviviente de la tragedia del 87, y cuando empecé a ver que venían ramas, árboles, y otras cosas, empecé a sospechar que venía crecido, no es por nada, pero uno se asusta”.

Por su parte Marco Mensilla indicó: “La situación se tornó bastante ruda para nosotros porque el río creció y no da chance para nada, no pensamos que pudiese afectar tanto, pero de un momento a otro nos atrapó, gracias a la colaboración de la gente que vive en la zona que nos ayudaron”.

Los afectados destacaron que la situación se presentó aproximadamente a las 2:30 de la tarde, cuando el nivel del caudal empezó a subir en Manguito y El Piñal, principalmente en las quebradas que alimentan el cauce principal.

En la zona se presentaron distintos organismos de seguridad del Estado, tales como Protección Civil, Bomberos de Aragua, Policía Nacional Bolivariana, efectivos militares, grupo voluntario de rescate, quienes empezaron a acordonar las zonas vulnerables y procedieron al desalojo preventivo de los habitantes que residen en las orillas.

CUANDO EL RÍO SUENA PIEDRAS TRAE

A causa de las constantes lluvias acaecidas entre los meses de agosto y septiembre, el río El Limón y todos sus afluentes, venían anunciando lo que venía, pero no pasó de crecidas momentáneas.

La última crecida fue aproximadamente hace quince días, cuando los habitantes de Mata Seca fueron los más afectados por esa crecida. Sin embargo, las aguas bajaron rápidamente ese día y no hubo mayores consecuencias. Pero, esas crecidas fueron el anuncio de que esta temporada de lluvias venía peligrosa.

Como es de recordar, hace 33 años El Limón, Caña de Azúcar y La Candelaria, se vieron afectadas por una tragedia de magnitud fatal cuando el desborde de dicha corriente fluvial arrasó comunidades enteras y dejó una huella imborrable de muerte.

Esa experiencia mortal quedó marcada en la memoria de los aragüeños, especialmente de los residentes de El Limón, quienes ayer, por unas horas, sintieron que regresaba la tragedia, pero afortunadamente, solo fue un aviso.

JOSÉ CARPIO G | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO