Iñigo Urkullu, presidente de la comunidad autónoma del País Vasco, norte de España, será la autoridad única para atender la crisis generada por el Covid-19 ante los nuevos brotes en la región, declarada en emergencia sanitaria.
Ese instrumento permitirá al presidente vasco, adoptar medidas adicionales a los acordados el pasado viernes por el Ministerio español de Sanidad y las comunidades autónomas, como por ejemplo restringir la movilidad en determinadas zonas con una elevada cifra de contagios.
La consejera ministra autonómica de Salud, Nekane Murga, explicó que la medida no es un estado de alarma, en referencia al mandato constitucional aplicado en marzo por el Gobierno español en el territorio nacional por el Covid-19, “somos más capaces de verlo con antelación y eso nos permite tomar medidas para la prevención”.
Subrayó Murga, que la emergencia sanitaria impondrá mayores restricciones en aforos, agrupaciones de personas y horarios de hostelería, además de confinamientos selectivos si se dan “situaciones de peligro” en determinadas zonas, enfatizó.
El objetivo es evitar cualquier posibilidad de colapso en los hospitales y un segundo confinamiento como el vivido en el momento más duro de la pandemia, señaló Murga.
Ante los múltiples rebrotes del virus, el ejecutivo central decretó el viernes el último cierre de discotecas, bares de copas y salas de baile en toda la nación ibérica, también hizo extensiva a todo el país la prohibición de fumar en espacios públicos si no se tiene una distancia interpersonal de dos metros.
Las 17 comunidades autónomas del norte de España, como Galicia, Castilla y León y Cantabria y la sureña Andalucía, comenzaron hoy la aplicación de nuevas restricciones de manera escalonada para detener los rebrotes del Covid-19.
La nación ibérica notificó hace tres días dos mil 935 nuevas infecciones, la cifra más elevada desde el pasado 21 de junio, cuando se levantó el estado de alarma, aunque las autoridades sanitarias aseguraron que la situación sigue estando bajo control.
AVN
