La dulcería tradicional venezolana siempre ha sido la preferida de los habitantes del Eje Este del estado Aragua y en la actualidad ha tomado gran campo en el día a día, esto a la luz de la pandemia del coronavirus, donde las familias se las ingenian para deleitarse durante el confinamiento.
Los dulces criollos más buscados son los suspiros y las conservas
En este sentido, según vendedores, ahora mismo la comercialización de estos postres son los que han mantenido la economía de sus núcleos familiares, ya que son muy buscados, no sólo por sus sabores característicos, sino por lo económicos que son.
Polvorosas, aliados, catalinas, suspiros, conservas de todo tipo y demás, son algunos de los dulces que se pueden encontrar en estos “puestitos”, a precios que van desde los 60 mil bolívares, esto dependiendo del lugar y el tipo que desee el cliente, por lo general las preparaciones con coco son las preferidas.
Con respecto al tema, Zugeimi Martínez vendedora en todo el centro del municipio Ribas, comentó: “Realmente vender este tipo de delicias criollas nunca pasara de moda, porque la gente tiene muy posicionada su cultura y que mejor forma que dejarla ver durante la cuarentena, donde están en casa y deben tener sus momentos dulces. Las personas, vienen, compran y mencionan que es para comerlas en las horas de la tarde, cuando se sientan a hablar”.
Del mismo modo, Martínez señaló que las ventas han estado a la orden del día, sobre todo en las semanas de flexibilización.
“La semana pasada se vendió bastante, tanto que nos quedamos con muy poca mercancía. Esta semana que está transcurriendo, el panorama está un poco calmadito pero entendemos que los ciudadanos sólo están saliendo a comprar cosas puntuales. Sin embargo, siempre hay quienes lleven sus dulcitos, sobre todo los señores mayores”, puntualizó.
En resumidas cuentas, los dulces criollos siguen siendo una buena alternativa para quienes residen en esta parte de la entidad aragüeña, lo que beneficia a los emprendedores que han decidido en muchas oportunidades dejar sus profesiones a un lado para incluirse en este campo.
DANIEL MAELLADO | elsiglo – La Victoria
