Registra inflación impulsada por la gasolina en Brasil

Brasil registró el pasado mes de julio una inflación del 0,36 %, impulsada por el alza del precio de la gasolina y superior a la del 0,26 % en junio.

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Foto: Archivo

De acuerdo con el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el Indice Nacional de Precio al Consumidor Amplio (IPCA), usado como referente para la inflación, volvió a subir en julio impulsado por los precios de la gasolina y del servicio de electricidad.

Antes de los dos últimos meses, el país había registrado una inflación del 0,31 % y en abril del 0,38 % en mayo, el nivel más bajo desde 1998.

Los registros durante los meses de abril y mayo fueron producto de la fuerte caída del consumo en medio de las medidas de restricción y paralización de actividades adoptadas frente a la pandemia que ya deja casi 100.000 muertos y tres millones de casos confirmados en el país.

La inflación de julio, el índice acumula una subida del 0,46 % en los siete primeros meses del año y de un 2,31 % en los últimos doce meses.

Según el IBGE, el resultado de julio fue impulsado por los sectores de alimentación, transporte y combustibles (+0,78 %), en el último caso sobre todo por la gasolina, que aumentó un 3,42 % y fue producto de mayor impacto en el indicador.

«La gasolina continua revirtiendo el movimiento que tuvo en los meses de abril y mayo. Ya que había subido en junio y volvió a subir en julio. Además de eso, se presentó una caída menos intensa de los pasajes aéreos en comparación con mayo y junio», señaló el gerente del estudio, Pedro Kislanov, citado en el comunicado.

Seis nueve grupos investigados por el IBGE presentaron subidas de precios en el séptimo mes del año, entre los que destaca también el de vivienda (+0,89 %), que presentó al ítem de energía eléctrica con la mayor alza (+2,59 %), gracias a una demanda más elevada en medio de la pandemia.

Los grupos de vestuario, educación y artículos personales presentaron inflación, mientras que el de alimentos y bebidas, de gran peso para la economía brasileña, se mantuvo estable en la comparación con junio.

La inflación en el país Brasileño cayó gradualmente tras llegar al 10,67 % en 2015 (su mayor nivel desde 2002) y su descenso ha llevado al Banco Central a iniciar una bajada sostenida de la tasa oficial de intereses, situada hoy en mínimos históricos (2,00 %).

Para el año 2020, el mercado financiero, revisó sus proyecciones en función del impacto del coronavirus, prevé que Brasil cerrará con una inflación del 1,63 %, la menor para un año en más de dos décadas, y una contracción cercana al 6,0 % de su Producto Interior Bruto (PIB), según analistas consultados por el Banco Central.

EFE