El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, de 84 años, salió ayer del hospital de Riad en el que permaneció ingresado durante diez días por una inflamación de la vesícula biliar después de “recibir tratamiento”, informó ayer la agencia estatal de noticias saudí SPA.
La agencia también difundió imágenes del rey Salmán mientras abandonaba las instalaciones hospitalarias apoyado en un bastón y seguido por una media docena de asistentes, todos ellos con la mascarilla puesta a excepción del monarca.
Un vídeo difundido por SPA muestra al monarca saliendo a pie del Hospital Especializado Rey Faisal de Riad hasta la entrada del centro, donde se subió en un coche oficial.
El rey Salmán fue ingresado el pasado día 20 para someterse a pruebas médicas a causa de una colecistitis o inflamación de la pared de la vesícula biliar y, tres días después, se sometió “de forma exitosa” a una cirugía laparoscópica para extirparle ese órgano.
El pasado mes de marzo hubo rumores sobre el empeoramiento del estado de salud de Salman y un inminente proceso de sucesión después de que medios estadounidenses informaran de las detenciones de dos príncipes saudíes, supuestamente por orden del príncipe heredero e hijo del monarca, Mohamed bin Salman, acusados de intento de golpe de estado.
Este hijo, quien ejerce como jefe del gobierno de facto del reino, ha promovido un cierto aperturismo con el impulso de reformas como otorgar a las mujeres el derecho a conducir, en el marco de la Visión 2030, que también pretende reducir la dependencia del petróleo en el país.
Salman bin Abdulaziz accedió al trono saudí a principios de 2015 después de la muerte de su hermano Abdalá y apenas dos años después nombró a Mohamed bin Salman como príncipe heredero.
