A través de un trabajo científico e informático, funcionarios del Cicpc, adscritos a la Delegación Municipal de Cagua lograron la captura de dos personas vinculadas presuntamente en el delito de estafa a través de las redes sociales, un fenómeno comunicacional que es utilizado por bandas delictivas en el país, especialmente en Aragua para delinquir y personas incautas o necesitadas por obtener algo fácil, caen en las garras de esos delincuentes y cuando se dan cuentan se percatan que cayeron en una trampa en perjuicio de su patrimonio económico.
Gracias al trabajo investigativo, los funcionarios lograron la aprehensión de Norlan Elías Da Silva (42) y Zony Carolina Zárraga Lacle (42), quienes presuntamente se dedicaban a la estafa.
Después de tener conocimiento del caso, los funcionarios iniciaron las experticias técnicas científicas, las cuales arrojaron que la pareja acostumbraba a colocar ofertas engañosas a través de la red social Instagram de bienes y servicios.
En medio de la pandemia y la crisis de valores, los sospechosos lograban captar la atención de sus víctimas, efectuando la supuesta negociación y una vez que recibían el dinero de lo ofertado, cortaban todo tipo de comunicación con las personas, afectando el patrimonio económico al no entregarle lo acordado.
Al percatarse de que eran víctimas de los delincuentes, los ciudadanos se dirigieron a la Delegación Municipal de Cagua, en donde interpusieron una querella, la cual se materializó con la captura de los sujetos, quienes quedaron detenidos a las órdenes de la Fiscalía 32° del Ministerio Público del estado Aragua.
Ese mismo fenómeno viene ocurriendo con bandas hamponiles vinculadas con ventas engañosas de vehículos en divisas, así como de viviendas y otros bienes materiales.
Los sujetos cuelgan en las redes sociales venta de carros a precios que atrapan la avaricia de los compradores, establecen contactos telefónicos con los supuestos vendedores y acuerdan entre las partes verse en sitios estratégicos como San Vicente, en la zona oeste de Maracay; los barrios Flores y 23 de Enero en San Mateo, El Consejo y Las Tejerías, y en otros escenarios.
Al llegar a los sitios donde se verían, los bandidos cambian de señas, alegando cualquier obstáculo e invitan a las personas a reunirse en otro sitio. Es ahí cuando comienza el camino “al infierno”.
De acuerdo a las informaciones, los inocentes compradores aceptan las proposiciones y cuando se dan cuenta, es porque ya están montados en la trampa de los delincuentes. Les aplican secuestros, obligando a los familiares de las víctimas a bajarse de “la mula” con el pago de dólares o en su defecto les despojan el dinero que llevan en el bolsillo.
En resumen de cuentas, los compradores se quedan “sin el chivo y sin el mecate”. Hay que ser precavidos y actuar con mucha inteligencia. Amigo lector no caiga en la trampa de las bandas criminales.
