“Aunque el templo esté cerrado la iglesia está viva y en la calle”

Desde que el Ejecutivo Nacional anunció el decreto de cuarentena social y colectiva, esto como medida de prevención para evitar la propagación del Covid-19 en la entidad, la iglesia católica a nivel nacional tomó la decisión de las misas a puerta cerrada y así evitar la aglomeración de las personas en los templos.

la iglesia
El Padre envía un mensaje de esperanza a pesar de que los templos estén cerrados

Sin embargo, esto no ha sido un impedimento para que los fieles reciban la palabra de esperanza y paz que Dios les envía a través de los files, ya que la iglesia se ha tenido que reinventar y transmitir el mensaje por los diferentes medios de comunicación y mecanismos necesarios.

Tal es el caso del padre Juan Carlos Arango, párroco de la iglesia San Pablo Apóstol del barrio 23 de Enero de Maracay, quien todos los miércoles recorre las calles enviándole un mensaje a los fieles.

“Aunque el templo esté cerrado la iglesia está viva y en la calle, haciéndole sentir a la gente el acompañamiento con este gesto tan sencillo como lo es entregar azúcar gratuita que recibimos de dos empresas aragüeñas, por esa razón seguimos insistiendo que nos hagan llegar a la parroquia las diferentes donaciones, las cuales serán justamente distribuidas a las clases más necesitadas de nuestra comunidad 23 de Enero”.

El párroco detalló que esta donación se realiza con la finalidad de que las personas sientan la presencia de la iglesia y sobre todo de Dios en sus comunidades, “no queremos que las personas sientan que como el templo está cerrado ellos están desasistidos, aunque estamos ahorita con este paternalismo llevando la azúcar, también estamos haciendo una gran promoción humana, ya que desde la escuela taller estamos promoviendo a las personas a formarse una vez que pase la pandemia”.

Asimismo, destacó que en la parroquia de forma constante se está ofreciendo medicinas a los más necesitados, “aquellas medicinas que tengan en casa nos las pueden hacer llegar así como ropa y alimentos y nosotros la distribuimos a aquellas personas que la necesiten, en cuanto a los medicamentos deben de llevar récipe para poder retirarla, tenemos a dos médicos que nos asisten en esa área”.

Finalmente, padre Juan Carlos Arango destacó que por la situación de crisis que estamos atravesando, es momento de ayudarnos unos con otros, “vamos a promover a las personas en la fe, llevarles ese mensaje de esperanza a la comunidad que tanto lo necesita, soy sacerdote de calle y para mi el sacerdocio es estar en la calle con la comunidad, no es nada extraordinario sino que es lo ordinario y propio de nosotros, es un contacto especial con las personas y nos ayuda a entender más sus necesidades para la hora de predicar, es un tiempo de esperanza Dios nos sostiene”.

MÓNICA GOITIA | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA