Abatido hombre acusado de abuso sexual en La Victoria

Ernesto Ramón Rangel Bernal, alías “El Mocho”, de 37 años de edad, resultó ayer abatido en La Victoria, al suscitarse un enfrentamiento contra funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas que se proponían detenerlo por ser sospechoso de un caso de abuso sexual contra menores de edad.

La Victoria
Rangel Bernal Ernesto Ramón, alías “El Mocho”

De acuerdo a la información disponible, Rangel Bernal estaba presuntamente implicado en actos lascivos en contra de unas menores de edad bajo su cuidado, en virtud de que el sujeto tenía muchos años de amistad y confianza con la familia de las víctimas.

Ante la denuncia, funcionarios de la delegación municipal de La Victoria se trasladaron al barrio Santa Eduvigis, municipio Ribas, con la finalidad de darle captura.

Al verse acorralado por las comisiones policiales, el sujeto desenfundó un arma de fuego, con la cual hizo frente a los agentes policiales, sin embargo los funcionarios lograron repeler la acción y neutraliza al ciudadano. Rangel Bernal Ernesto Ramón, alías “El Mocho”, fue trasladado al Hospital Dr. José Maria Benítez, falleciendo minutos después de su ingreso.

En el sitio del enfrentamiento, los funcionarios del Cicpc La Victoria lograron recuperar un arma de fuego tipo revólver, marca Terva, serial 00861; una concha percutida, calibre 38; y un estimulador sexual eléctrico.

Sobre Rangel reposaba varias solicitudes entre los cuales destaca un caso de hurto de fecha 25/06/2017 por la delegación municipal La Victoria, y una solicitud por droga, de fecha 18/07/2017, por la misma delegación.

LAS ENGAÑABA CON DULCES Y ALIMENTOS

Ernesto Rangel, alias “El Mocho”, tenía mucho tiempo de amistad con la progenitora y familiares de las víctimas; en el marco de esta amistad, se ofreció a cuidarlas y protegerlas.

Aseguró la fuente policial que el sujeto aprovechaba los momentos en que estaba a solas las menores, les ofrecía golosinas y cualquier otro alimento a cambio de que se dejaran tocar sus partes íntimas.

De igual forma las obligaba a hacer dibujos donde que reflejaran alegría y amor hacia su persona, para despistar a los funcionarios a la hora de cualquier investigación. Se trataba de 2 niñas, de 9 y 11 años respectivamente, y de una adolescente de 16 años de edad.

Afortunadamente, la confianza de la familia se terminó y surgió la sospecha debido al cambio de comportamiento de las víctimas.

Vale la pena destacar que en la habitación del implicado, los funcionarios policiales encontraron varias evidencias, entre las que destacan varias imágenes con contenido pornográfico, así como cartas de amor que las niñas realizaban bajo amenaza.

JOSE CARPIO G | El Siglo