Bolsonaro se rinde ante la Corte Suprema y desiste de un aliado en la Policía

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se rindió este miércoles ante la Corte Suprema de Justicia y revocó el nombramiento de Alexandre Ramagem, un amigo de su familia, como nuevo director de la Policía Federal.

Bolsonaro se rinde ante la Corte Suprema y desiste de un aliado en la Policía

La decisión del mandatario se dio horas después de que un magistrado del Supremo suspendiera la designación de Ramagem tras atender un recurso de un partido de centro-izquierda que denunciaba los estrechos lazos de amistad que unen al comisario con la familia Bolsonaro.

Ramagem, quien permanecerá como jefe del servicio secreto brasileño, iba a reemplazar como director de la Policía Federal a Mauricio Valeixo, quien fue destituido la semana pasada por Bolsonaro.

El movimiento ocasionó la ira de Sergio Moro, quien renunció a su cargo como ministro de Justicia, causando una crisis política en el Gobierno.

Según Moro, reconocido internacionalmente por su trabajo contra la corrupción en la “Lava Jato”, la decisión se produjo por supuestas “interferencias políticas” de Bolsonaro dentro de la institución.

Ramagem, hombre de confianza del “clan Bolsonaro” -formado por el mandatario y tres de sus hijos: el senador Flavio, el diputado federal Eduardo y el concejal de Río de Janeiro Carlos- era la persona con la que el que el líder ultraderechista esperaba tener la comunicación que no consiguió con su antecesor, algo que Bolsonaro ha reconocido públicamente.

El hecho de que el presidente quisiera a su lado a una persona cercana -Ramagem se convirtió en amigo personal de los Bolsonaro tras haber trabajado como jefe de seguridad en la campaña electoral- fue considerado por el Partido Democrático Laboral como un “abuso de poder por mal uso del propósito”, en el recurso que presentó ante la Corte.

El magistrado Alexandre de Moraes, quien respondió a la petición, señaló “incumplimiento de los principios constitucionales de impersonalidad, moralidad e interés público” y dijo que, “en un sistema republicano, no hay poder absoluto o ilimitado, porque eso sería la negación del estado de derecho”.

En su decisión citó las acusaciones de Moro que afirman que Bolsonaro quería tener un “contacto personal” a cargo de la Policía Federal “que pudiera llamar, recopilar información, recopilar informes de inteligencia”.

Las explosivas declaraciones de Moro fueron conocidas cuando anunció su renuncia el viernes pasado y llevaron a que la Corte Suprema autorizara este lunes una investigación sobre las graves acusaciones contra Bolsonaro tras un pedido de la Fiscalía.

Según De Moraes, las acusaciones por las que se investiga al mandatario fueron confirmadas por Bolsonaro en una rueda de prensa el mismo día en que fueron reveladas por el exjuez, al asegurar que no recibía informaciones de la Policía Federal y que él, como presidente, debería “tener un informe todos los días de lo que sucedió, en especial de las últimas 24 horas para decidir bien el futuro de esta nación”.

Tales eventos, argumentó el juez, deben considerarse junto con el hecho de que “la Policía Federal no es una agencia de inteligencia de la Presidencia de la República”.

Pese al fallo de De Moraes, Bolsonaro expresó hoy públicamente su “respeto” por el Supremo, durante el acto de investidura del nuevo ministro de Justicia, André Mendonça, hasta ahora abogado general del Estado y quien reemplazará a Moro.

FRENTES JURÍDICOS ABIERTOS

Aunque el presidente Bolsonaro ha asegurado que la intención de contar con un allegado en la dirección de la Policía Federal es la de fortalecer la comunicación entre el organismo y el Ejecutivo, la llegada de Ramagem prendió las alertas por la cercanía que tiene con los hijos del presidente.

La Policía Federal conduce actualmente investigaciones que preocupan a los Bolsonaro.

Una de ellas trata sobre la diseminación en las redes sociales de noticias falsas, las cuales se sospecha que pudieran ser originadas por grupos directamente vinculados a Carlos Bolsonaro y a un llamado “gabinete del odio” que operaría desde el palacio presidencial.

Otra intenta determinar si Flavio Bolsonaro, en la época en que era diputado regional en Río de Janeiro, participó en una trama de presuntos fraudes y blanqueo de capitales, que habrían sido cometidos mediante la contratación de funcionarios “fantasmas” para su gabinete.

EFE