España registra ligero repunte de fallecidos

La cifra de fallecidos diarios en España sube hasta 430, lo que refiere un ligero repunte, después de que este lunes se hubieran notificado 399 decesos.

En total, según el último recuento facilitado por el Ministerio de Sanidad, 21.282 personas han muerto desde el inicio de la pandemia, mientras que los contagios ascienden a 204.178. El punto positivo llega, como siempre, de la cifra de pacientes curados: 82.514.

Según RT con estas cifras sobre la mesa, el Gobierno se reúne este martes en Consejo de Ministros, en el que se prevé que se aprueben algunas medidas de flexibilización del confinamiento, como la salida controlada de los menores de hasta 12 años durante un periodo de tiempo limitado al día a partir del próximo lunes, 27 de abril.

Por el momento, la región más afectada sigue siendo la Comunidad de Madrid, que acumula más de la cuarta parte de los contagios (57.997 casos confirmados) y de los nuevos positivos ( 1.034) y más del 35 % de los fallecidos (7.460). Tras Madrid, los territorios con más casos son Cataluña (43.112), Castilla-La Mancha (17.045), Castilla y León (16.259) y País Vasco (12.810).

Luego de llevar varias semanas sin material por su imposibilidad de adquirir los productos en los saturados mercados internacionales, en las últimas jornadas han estado llegando aviones con material de protección contra el contagio de coronavirus y otros ítems, afirmó el portal.

La llegada de mascarillas higiénicas ha sido masiva y algunas Comunidades Autónomas ya han comenzado su distribución a la población general. Así, en la Comunidad Valenciana comenzaron este lunes a entregar en las farmacias tres mascarillas por cada tarjeta sanitaria, lo que provocó una afluencia masiva y la caída del sistema informático de soporte de los establecimientos farmacéuticos.

Este martes ha sido Cataluña la que ha comenzado el reparto, dando de manera gratuita una unidad por cada tarjeta.

Esta distribución llega después de que el Gobierno aprobara el pasado fin de semana la fijación de precios máximos de venta al público de los productos de protección, como guantes, geles o las propias mascarillas, para evitar los abusos que se estaban cometiendo después de observar que algunos de estos productos habían visto multiplicado su precio con respecto a las jornadas previas al estallido de la crisis sanitaria.