Un ciudadano proveniente del estado Táchira y radicado en Maracay, específicamente en el barrio Santa Rosa del municipio Girardot, junto con su esposa e hijo, hace 2 meses aproximadamente, fue localizado sin signos vitales en su habitación.
El hecho ocurrió en la calle Carabobo, casa número 75 de la mencionada comunidad maracayera, cuando los habitantes de la vivienda, donde el hombre tenía alquilado un cuarto junto a su pareja sentimental, una joven de 18 años de edad, con quien procreó un niño de 3 años, se dieron cuenta del suceso.
José Moncada, primo del infortunado ciudadano destacó, “él estaba en un estado depresivo, ya su esposa se había marchado a San Cristóbal y al parecer no volvió más y esa separación le causó mucho dolor”.
Asimismo resaltó, “él hace días estaba comportándose un poco extraño y con mucha desesperación de irse a San Cristóbal, pero debido a la cuarentena no lo dejaban viajar, eso lo tenía alterado de vez en cuando”.
El hombre fue identificado como José Manuel Ramírez Vivas, de 54 años de edad, quien al momento de su hallazgo fue encontrado con heridas punzo penetrantes en el cuerpo y cuello, así como bolsas de empaque conocidas como “envoplast”, en toda la cara
Se pudo conocer por medio del familiar, que en días pasados Ramírez Vivas había manifestado que se quitaría la vida, porque ya no tenía razón de vivir sin su pareja e hijo.
De esta misma manera, el pariente destacó, “él se levantó en la mañana un poco inquieto y en la tarde a eso del mediodía del sábado le entregó a su tía una caja para que se la guardara, en reiteradas ocasiones lo hacía porque allí guardaba dinero, luego entró a su habitación y se escuchó un fuerte golpe, no fue sino como a las 2:00 de la tarde que lo estuvieron llamando y al ver que no respondía abrieron la puerta encontrándose la dantesca escena”.
Enseguida los parientes avisaron a las autoridades del Cicpc, quienes se hicieron presentes en el sitio para hacer las entrevistas de rigor y la recolección de evidencias para determinar si se trata de un suicidio o de un homicidio.
El caso quedó abierto bajo una averiguación por parte de las pesquisas del cuerpo detectivesco, se maneja en tanto la tesis del suicidio, ya que la victima dejó una carta manuscrita, que está siendo analizada por los investigadores del cuerpo científico.
Ramírez Vivas se dedicaba a la fabricación de empacaduras para vehículos en el mismo sitio del suceso, donde también tenía arrendado un local. Dejó en la orfandad 3 hijos, dos mayores de edad y uno de 3 años, producto del la última relación que mantenía con una joven de 18 años de edad, quien también es oriunda de San Cristóbal.
JOSÉ CARPIO G. | elsiglo
foto | RAFAEL SALGUERO
