Arabia Saudí pide una reunión de la OPEP

Una llamada el jueves del presidente estadounidense, Donald Trump, al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, ha llevado a Arabia Saudí a pedir una reunión de urgencia de la OPEP y sus aliados poniendo fin a días de caída en picado de los precios del petróleo.

Una llamada el jueves del presidente estadounidense, Donald Trump, al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, ha llevado a Arabia Saudí a pedir una reunión de urgencia de la OPEP y sus aliados poniendo fin a días de caída en picado de los precios del petróleo.
                            Donald Trump fue el encargado de acercar a Rusia y Aribia Saudí

Tras semanas de incertidumbre, la economía mundial con síntomas de recesión por la pandemia de Covid-19 y el barril de crudo rondando los 20 dólares, Trump decidió ayer jueves hablar con Bin Salman para acabar con el pulso que saudíes y rusos mantienen por sus desavenencias sobre los niveles de producción.

UNA LLAMADA PARA REDUCIR LA PRODUCCIÓN
La agencia oficial saudí SPA informó de que el Gobierno saudí invitó a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo más sus aliados (OPEP+) a una reunión urgente “con el fin de procurar llegar a un acuerdo justo y recuperar el equilibrio deseado en los mercados de petróleo”.

SPA y posteriormente el Ministerio de Exteriores saudí se hicieron eco de la decisión tras la conversación telefónica entre MBS (como se conoce al príncipe heredero saudí) y el presidente estadounidense para evaluar la situación de los mercados energéticos.
La agencia, recogiendo el mensaje oficial, manifestó “el afán permanente del reino en apoyar la economía mundial en esta circunstancia excepcional” y los “esfuerzos” para estabilizar los precios dentro del grupo de países de la OPEP+.

Trump no dejó pasar la oportunidad de recurrir a su habitual altavoz de Twitter para dar a conocer que había hablado con su “amigo” Bin Salman.
En su mensaje, desveló que el príncipe heredero conversó con el presidente ruso, Vladimir Putin, y adelantó que espera un acuerdo para recortar entre 10 y 15 millones de barriles de petróleo, lo que será, dijo, “buenísimo”.

VOLVER A LA MISMA MESA EN CIRCUNSTANCIAS DISTINTAS
La llamada a una reunión devuelve a las partes a la mesa de la que Rusia y Arabia Saudí se levantaron profundamente alejados el 6 de marzo. Allí, se evidenciaron las diferencias entre Arabia Saudí, que quería mantener la producción recortada en 1,5 millones de barriles diarios más allá de marzo, y Rusia, el principal socio de la OPEP, que deseaba dejar fluctuar el precio a la baja para ganar cuota de mercado, sobre todo perjudicando a los productores estadounidenses de esquisto.

La postura de Moscú irritó a Riad que decidió virar 180 grados su política e inundar el mercado con petróleo anunciando la liberación de 10,6 millones de barriles de petróleo diarios para exportación y una producción en los 13 millones para los próximos meses.
El regreso a la mesa de conversaciones se producirá ahora en un contexto mucho más apremiante para ambos, pero también para el resto de países de la OPEP que han visto como la caída de la producción mundial por el impacto de la Covid-19 ha hecho trizas los planes de ingresos para todo el año.

SÍNTOMAS PREOCUPANTES Y REACCIONES EUFÓRICAS
El anuncio de Riad ha sido recibido con euforia por los mercados, con apreciaciones del barril de Brent para entrega en junio en el International Exchange Futures de 20% a las 15:09 horas GMT, llegando incluso a cotizar a 35 dólares.
El precio del petróleo de Texas (WTI) también saltó hasta los 25,57 dólares el barril, una subida del 25,9%, tras el anuncio que llevó a momentos de subida de hasta 30 % durante la sesión.

El respiro para los mercados llega cuando empiezan a aparece los primeros indicios de ahogo para los países del golfo Pérsico.

Ayer mismo la agencia de medición de riesgo Moody’s había rebajado de estable a negativa la perspectiva del sistema bancario del reino saudí y de otros cuatro países del golfo Pérsico: Emiratos Árabes Unidos (EAU), Catar, Kuwait y Baréin, debido a la pandemia del coronavirus y el colapso de los precios.

Los anuncios se sumaron a la decisión durante la semana de la calificadora de revisar para rebajar el estatus de Kuwait y Omán.

Moody´s recordó que “los precios del petróleo han caído por debajo de lo requerido para equilibrar los presupuestos” estatales de esos países, lo que supondrá un recorte de gasto y afectará al crecimiento de los sectores no petroleros.

Analistas consultados por EFE creen que la caída de los precios de crudo puede suponer un fuerte revés para los planes de diversificación económica de los países del Golfo, muy dependientes de sus ingresos por hidrocarburos.

EFE