Prioridades antes el Covid-19: Combustible y alimentos

Asegurar el combustible y agilizar la importación de alimentos son dos de las prioridades económicas en medio de la cuarentena por el COVID-19 en Venezuela.

Sin embargo, estás están conectadas a los ingresos en dólares que tiene el Estado y allí el panorama luce un poco complicado, al menos, para los meses por venir.

Por otra parte, la cesta petrolera venezolana cerró en 19,53 dólares por barril el viernes 20 de marzo.

Eso representa una caída de 67% frente al valor del crudo nacional durante la primera semana de enero 2020.

El precio es tan bajo que no se llegaba a ese nivel internacional desde hace 17 años y, además, se trata de un valor que está por debajo del costo de producción que tiene Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

Este precio mínimo para el petróleo implica que las arcas estatales venezolanas cuentan con menos dinero para la importación tanto de combustible como de los alimentos, que se entregan a través de las cajas de los Clap, es decir, de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.

Aunque, Nicolás Maduro solo se limitó a decir entre sus anuncios económicos de la emergencia por el COVID-19 que iba a lanzar un nuevo plan de inversión agroalimentario para garantizar las 7 millones de cajas Clap que se reparten en el país.

Maduro no habló de ninguna medida especial para que Venezuela se asegure del combustible para continuar con el traslado de los productos entre los distintos puntos del país.

En otras ciudadades como, Maracaibo, Barquisimeto y Puerto La Cruz, por ejemplo, empezaron un nuevo sistema de venta del combustible con restricciones durante la primera semana de la cuarentena.

Solo el personal dedicado a los sectores de salud, alimentación y servicios públicos con salvoconducto puede cargar gasolina para su vehículo particular.

El nivel del inventario nacional de combustible se desconoce. Hasta ahora de lo poco que se sabe es que Pdvsa cuenta con un programa de intercambio de petróleo por combustible con la petrolera española de Repsol.

Este acuerdo nació después de que los Estados Unidos le impusieran sanciones a Pdvsa a comienzos del año pasado.