Hay recuerdos que tienen tanta intensidad que nunca implican ausencia. Así es el de Tulio Capriles Hernández, quien el 24 de marzo de 2005, emprendió el viaje definitivo.
En aquel entonces, jamás vimos como una posibilidad, que el fundador y motor de este logro en matiz azul que es elsiglo, fuera una información luctuosa, porque su entusiasmo, la pasión con la que asumía cada aspecto de su vida lo hacían una energía infatigable, inagotable, brillante como una flama que enciende el entusiasmo de quienes se acercaban a él.
No es frecuente que empresarios dejen tan profunda impronta en el paisaje urbano de su estado y hasta en el perfil deportivo y en el acercamiento al futuro desde el emprendimiento, pero el ingeniero Tulio supo hacerse inspiración y acción, aportándole además a Aragua un perfil próspero. En ese sentido, era visionario y emprendedor.
Hoy, 15 años después de aquella Semana Santa, cuando nos correspondió recibir la noticia que nunca nos hubiera gustado difundir, seguimos rindiendo honores a las ideas y generosidad de Tulio Capriles Hernández, quien con la misma fuerza que levantaba edificios, convertía en modelo y referencia el Cardiológico de Maracay, al igual que El Maratón por la Vida y aportaba un emblema del periodismo como es elsiglo, daba a sus trabajadores, cuando era necesario, el espaldarazo que los hacía sentir en familia. Por ello, recordar al Ing. Tulio es revivir tiempos pioneros, en plano general y en los detalles, seguir una senda que fue marcada a fuego por una personalidad poderosa, influyente y que queda como un abrazo paterno fuerte y duradero más allá del aspecto físico.
HOMBRE DE PROGRESO
Tulio Capriles Hernández fue un hombre de progreso, ligado a todas las vertientes de la vida regional, bien sea el deporte o la cultura, la política y sobre todo el desarrollo urbanístico.
Fue fundador y presidente de la Liga Profesional de Baloncesto de Venezuela, presidente de Toros de Aragua y de la Fundación Toros de Aragua, a través de la cual canalizó el apoyo de sus empresas al deporte menor, especialmente al fútbol. Recordamos en este sentido, los esfuerzos dirigidos por Manasés Capriles Penaloza, su primo, y padre del semillero de donde salieron figuras como Juan Arango, eterno capitán del balompié venezolano. En cuanto al baloncesto, siempre apoyó las categorías juveniles con escuelas como La Barraca y Gente Joven, de donde salieron miles de jugadores profesionales.
Por un tiempo operó al equipo Lobos de Aragua del fútbol profesional y contribuyó a formar la primera directiva que impulsó el cambio triunfador del equipo Tigres de Aragua, que lo llevó a su gran racha ganadora junto a Miguel Cabrera.
También recordamos que fue presidente de Fundaragua, diputado al Congreso Nacional, presidente del Colegio de Ingenieros y de la Cámara de Comercio e Industria, así como presidente de los Juegos Juveniles que se desarrollaron en Aragua, evento que le permitió edificar el Coliseo de El Limón, uno de los escenarios deportivos más importante de la ciudad.
Fue incansable empresario, que levantó un grupo de empresas privadas en varios sectores económicos, destacando el rubro de la venta de materiales de construcción, las cuales desde entonces han generado miles de empleos directos e indirectos en Aragua, Carabobo, Guárico y la región capital.
Pero esa mentalidad empresarial no fue meramente mercantil, sino que siempre lo movió el compromiso con la ayuda social. En este sentido, son históricas las llamadas “cenas empresariales”, mediante las cuales Tulio Capriles Hernández convocaba a sus compañeros empresarios y los comprometía con la responsabilidad social. Era un magno evento; todos los empresarios se daban cita en esa cena y aportaban su granito de arena de solidaridad con los más desposeídos.
En el área de la salud su huella sigue intacta. Fue fundador y proyectista del Centro Docente Hospital Cardiológico de Aragua, primera institución para la atención cardiovascular y a precios solidarios en el estado. Fue socio, junto a su esposa, la respetada Doctora Mary Mendoza de Capriles, y gran promotor de la expansión del Centro Médico Maracay y puso “su mano amiga” en instituciones emblemáticas como Cruz Roja, bajo la dirección de Mario Gualano, y Anticanceroso, dirigido por Idalcira Bustamante, a las cuales ayudó a ampliar su capacidad de ayuda a los más necesitados. Cabe destacar en este sentido, la creación de los laboratorios populares Canaobre, muy famosos en la época, pues fueron los primeros en su tipo con precios solidarios, incluso para las empresas y sus trabajadores.
Sus ideas y alta capacidad de organización y ejecución, lo llevaron a asesorar a la municipalidad de Girardot en cuanto a la creación de las empresas paramunicipales como Funcemar, Calimar y Merbumar, en los cuales se imponía el criterio social y los precios solidarios.
Fue pionero en muchos campos, incluso fungió de fundador y presidente de la Asociación Civil Country Club de Maracay, donde obtuvo la acción #10. Pero su influencia fue mucha más allá de una actividad social, pues fue un gran amante e impulsor del desarrollo de su Maracay querida, pues como Ingeniero Civil trabajó muy joven en la construcción de la avenida Bolívar y le dio forma a la actual Plaza del Estudiante, luego proyectó y construyó el Parque Las Ballenas y varias avenidas neurálgicas para el tráfico local como son la avenida Ramón Narváez y la avenida que conecta al Hospital Central de Maracay con el Hotel Maracay. Junto a su gran amigo José Casanova Godoy, proyectaron la avenida que ahora lleva el nombre de este exgobernador de Aragua.
También es recordado como proyectista y constructor de la Casa de la Cultura de Maracay; constructor asociado del Terminal de La Victoria; y constructor civil de una decena de edificios residenciales muy conocidos en la ciudad como Fifi, Sansón, Goliat, Alicia, Moisés, Don Miguel, Theo, Don Tulio y Kika, así como las residencias Cherry, que fue incluso el edificio más alto de la ciudad en su momento. Y por si fuera poco, TCH construyó y financió la primera sede de la Universidad Bicentenaria de Aragua, ubicada en San Vicente.
Quizás su perfil más conocido fue el comunicacional, por ser un exitoso empresario de medios, pero su carrera abarcó ámbitos como la construcción, computación, publicidad, seguros, concesionario de vehículos, tienda por departamentos e industrias de procesamiento de alimentos. Como dato curioso, además de amante del baloncesto y del tenis, y de impulsar equipos profesionales representativos de Aragua, es recordada su afición por panguingue.
HERENCIA DE FUTURO
Su padre, Tulio Capriles Senior, fue un muy querido y respetado empresario en la distribución al mayor de alimentos y del “Café Capriles”. Por mucho tiempo operaron los cines de la ciudad e incluso, siendo muy joven era el encargado de proyectar las películas que el general Juan Vicente Gómez quería ver. También fue el fundador y propietario de una de las primeras radios de Aragua a comienzo del siglo pasado, la recordada e histórica Radio Maracay AM. De esta mezcla de empresario tradicional e innovador, le viene a Tulio Capriles Hernández su carácter multifacético y progresista, pues siempre miraba más allá del horizonte, proyectando ideas y comunicando ideales.
Y quizá, el proyecto que unió todas estas facetas innovadoras, fue el periodismo, específicamente un emblemático edificio azul, donde sentó las bases de la marca más reconocida de Aragua: elsiglo.
Ahí, sigue latente todo su ideario; ahí siguen vivas todas sus anécdotas. Cada pasillo está marcado por sus pasos; cada edición diaria lleva el olor de la tinta que tanto amó; con la que escribió uno de los capítulos fundamentales del periodismo nacional.
En la actualidad, ese barco sigue el rumbo por él marcado, siempre apuntando hacia las noticias del día, siempre acudiendo al llamado del pueblo que necesita ser escuchado, bien sea por sus problemas vecinales o por su creatividad cultural. Y a pesar de las dificultades, el viento sopla en el mismo sentido de superación y constantes retos superados, con sus insignes trabajadores a bordo, ahora liderados por su primogénito y tercera generación de empresarios, el licenciado Tulio Capriles Mendoza, quien sostiene el timón con rumbo hacia el futuro, guiado por la brújula que representa la imagen de su padre.
Lo sembrado por el siempre presente “ingeniero” ha dado frutos, ha florecido, y el cariño ha sido el catalizador de ese legado que contra cualquier dificultad nos recuerda, que un mejor país siempre es posible. Esa es labor de fundadores y Tulio Capriles Hernández supo fundar un tiempo del que nos sentimos orgullosos de formar parte, y que ahora se proyecta hacia la modernidad, con las nuevas plataformas de la comunicación, a través de las cuales nuestras redes sociales y elsiglo.com.ve se impulsan hacia nuevos triunfos.
elsiglo