Se mantienen en alerta en las farmacias de Cagua

La expansión del Covid-19 hasta nuestras fronteras ha causado en el país entero mucho revuelo. Las farmacias, ahora, vuelven a ser tan concurridas como en los tiempos de escasez severa, pero esta vez el pánico se ha apoderado de los ciudadanos. Las personas entran no sólo buscando tapabocas y alcohol, también información que pueda aclarar las dudas que la propagación de este virus ha traído consigo.

farmacias de Cagua
Personas siendo atendidas a puerta cerrada

Un recorrido realizado pudimos evidenciar la reacción de los vecinos de Cagua, sólo horas de ser anunciada la cuarentena social nacional.

Muchas droguerías en Cagua se encontraban cerradas, y las que permanecieron abiertas despachaban a puerta cerrada, o con protección a través de vidrieras.

Según declaraciones de Miguelina Ortega, auxiliar de farmacia, la demanda de tapabocas, alcohol, antibacteriales y guantes fue tanta que se agotó la existencia, al menos en su lugar de trabajo, también señaló, “vamos a ver cómo solventamos. Ya hicimos el pedido, nos dijeron que las cosas iban a llegar, pero no sabemos cuándo. Si llegan las mascarillas, que es lo que más que buscan, vamos a tratar de venderlas para que la gente no esté tan nerviosa, la situación nos arropó a todos”.

Debido a la contingencia, otra auxiliar de farmacia que prefirió mantenerse en anonimato, señaló que los índices de pedidos de aquellas herramientas que son utilizadas como medidas de prevención del Covid-19 aumentaron 500% en la droguería en la que labora.

Entre los encuestados, también se encontraba el José Cortés, mientras hacía una pequeña cola para preguntar el precio de unos medicamentos, señaló, “los tapabocas no se consiguen y los que hay por ahí los venden ya en 70 mil bolívares. Yo ahorita no estoy comprando, estoy averiguando los precios”.

Los vecinos del sur de Aragua temen contagiarse, a tal punto que quienes no están presentando síntomas se colocan mascarillas y hasta guantes por protección. Ya resulta evidente mirar a las personas hasta en las plazas con sus implementos de protección.

SAMIRA HERRERA (pasante) | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO