La falta de efectivo tiene preocupado a los maracayeros quienes se han visto en la necesidad de ingeniársela para conseguir el pasaje para trasladarse a sus puestos de trabajo o cubrir alguna de sus necesidades en el hogar.
Largas colas para sacar efectivo en cajeros automáticos.
Ante la necesidad del sencillo y la falta de liquidez en los cajeros, Cecilia Fernández dijo, “por la cuarentena los bancos están cerrados, la mayoría de los cajeros no están funcionando y bueno decidí tomar mis medidas preventivas ponerme mi tapaboca, mis guantes y tener a la mano mi antibacterial y vender mi cafecito y así obtengo el sencillo, pero si no hay para pagar el autobús tendremos que caminar”.
Resaltó que la situación del país está bastante difícil y quedarse en casa sin tener nada en la nevera es algo que las autoridades deben comprender. “Como le digo a mis hijos que no tengo para darles de comer”.
Por su parte, Ismael Contreras expresó, “realmente esto es una calamidad el problema del efectivo, vine desde hace mucho tiempo la cosa comenzó a emparejarse y ahora debemos cuidarnos por el alerta del coronavirus. Estaba intentando sacar dinero en un cajero y se me bloqueó la tarjeta y ahora sabrá Dios hasta cuándo pueda reactivar mi tarjeta”.
Mientras que para Luis Díaz la falta de efectivo no es un problema, pues he optado por caminar. “Sinceramente el problema de los billetes viene desde hace mucho tiempo, así que yo no me doy mala vida, camino desde Los Samanes hasta el centro de Maracay que es donde tengo mis oficinas, además eso me sirve de ejercicio”.
Karina Márquez aseveró que como buena venezolana, siempre encuentra una solución a la falta de efectivo. “Soy madre soltera tengo que trabajar para llevarle la comida a mis hijos y siempre encuentro una manera, en estos momentos hago los tapaboca, los vendo a 20 mil bolívares y así obtengo en efectivo para trasladarme hasta mi puesto de trabajo”.
En un recorrido realizado por el centro de Maracay se pudo notar que la mayoría de los cajeros no estaban funcionando y los pocos que tenían estaban full de gente esperando poder sacar algo de dinero.
IRIOS MÉNDEZ | el siglo
