En medio de la situación de incertidumbre, las afueras de las estaciones de servicio con combustible fueron epicentro de un día de locura.
Bajo el intenso sol, los conductores estaban a la expectativa y con la incertidumbre de que si llegaba o no la gandola, mientras que la aguja de la gasolina indicaba que el tanque está casi vacío.
Hasta dos horas o más tenían los conductores en las colas para lograr abastecer de combustible sus vehículos, algunos destacaron no poder realizar viajes medianamente largos por no contar con gasolina.
Tal es el caso de Reinaldo Guzmán, quien aseveró que “las cosas van de mal en peor, cómo es posible que no he podido viajar a Turmero debido a que no hay gasolina, no he podido abastecer desde hace una semana aproximadamente, he recorrido varias estaciones y nada; estoy despierto desde las 5:00 de la mañana, y sin esperanza de que llegue, uno se mete a la cola sin garantía”.
Al respecto, Francisco Linares destacó, “tengo aproximadamente 10 días que no surto el carro de gasolina, ahora tengo 2 horas en la cola y las estaciones en Maracay están totalmente vacías, ahora con esta situación quién sabe qué va a pasar”.
Por otro lado, Rafael Cabrera destacó, “estoy en esta cola desde las 6:00 de la mañana, no hay otra bomba donde pueda existir la esperanza de abastecer gasolina, he hecho un recorrido por varias estaciones y nada, me metí aquí en esta para echar eso a la suerte”.
De esta misma manera, Carlos Sánchez recalcó, “estoy desde las 6:00 de la mañana haciendo cola, pero no he tendido suerte, estoy a la espera de que llegue; sino tendré que irme a la casa otra vez con el tanque vacío”.
En el mismo orden de ideas señaló, “debería haber una campaña de información por parte del Gobierno nacional para que transmita los lugares que tienen gasolina o no para no perder el tiempo”.
La situación con la falta de combustible en las estaciones de servicio se ha acrecentado en el estado Aragua, situación que inquieta a los conductores debido a que muchos deben trasladarse a distintos lugares por el trabajo u otros motivos de fuerza mayor.
JOSÉ CARPIO G. | elsiglo
