Los japoneses se muestran escépticos sobre el interés de mantener cueste lo que cueste la fecha prevista inicialmente para el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, el 24 de julio próximo.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ratificó este sábado que la capital japonesa albergará la competencia como estaba previsto, a pesar de las dudas crecientes suscitadas por la propagación del Covid-19, que ya ha causado la anulación de numerosos eventos deportivos en el mundo.
Japón cuenta relativamente con pocos casos de infecciones por coronavirus, con 814 personas contagiadas y 24 fallecidos registrados, pero los habitantes de Tokio comienzan a recelar de la llegada de visitantes extranjeros.
“Aunque Japón logre remontar esta crisis, no deberíamos recibir visitantes del mundo entero”, estima Koki Miura, de 27 años, empleada en una empresa de servicios por internet, entrevistada este lunes por un medio internacional en las calles de Tokio.
“Creo que sería preferible dejarlo pasar. No podemos sacrificar la vida de personas para eso”, añadió la joven, quien sugirió un aplazamiento en lugar de una anulación total.
En un sondeo realizado a mil personas, publicado el lunes por la agencia de prensa japonesa Kyodo, 69,9 % de las personas consultadas dijo que no creían que Tokio pueda albergar los Juegos en las fechas previstas (24 de julio-9 agosto).
Otra encuesta de la cadena de televisión pública NHK, realizada del 6 al 9 de marzo, indicó que 45 % de los japoneses se oponen al mantenimiento de los Juegos, mientras que 40 % está a favor.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, declaró la semana pasada que es “impensable” la anulación de los Juegos Olímpicos.
No obstante, la decisión final corresponderá al Comité Olímpico Internacional (COI), de acuerdo con las recomendaciones que al respecto exponga la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El presidente del COI, Thomas Bach, analizará la situación el martes en una conferencia telefónica con las federaciones deportivas internacionales.
