En Santa Rita, municipio Francisco Linares Alcántara, la crisis económica obliga a los consumidores a limitar la cantidad de alimentos que llevan a sus hogares cada vez que van a hacer su mercadito.
Condimentar las comidas ahora se ha convertido prácticamente en un lujo por los elevados costos de los rubros utilizados para eso. El pimentón, forma parte de los más demandados por su alto contenido de nutrientes y por su sabor indescriptible. Aunque en nuestra gastronomía son fundamentales, actualmente resulta difícil poder añadirlos en guisos.
Aun cuando la inflación continúa menguando el bolsillo de los linarenses, comerciantes manifestaron poder ofrecer todavía el pimentón. Tal es el caso de José Soublette, vendedor, quien indicó, “por aquí el pimentón todavía se vende. No todos se llevan el kilogramo, pero llevan. Por ahora, un día bueno es vender una cesta”.
Al respecto, René Aguilera, también vendedor, señaló, “la gente compra lo que va a usar a diario, porque dicen que está muy caro. “El pimentón se lleva para medio sazonar la comida. Yo vendo el kilo en 90 mil bolívares y no se le gana nada”.
“Todo ahorita está caro, en realidad. No nada más el pimentón, todo”, dijo Ananis Alvarado, consumidora.
Actualmente en el casco central de Santa Rita, un kilogramo de pimentón puede conseguirse accesible en 80 mil bolívares, pues durante el recorrido por el municipio se observó que se conseguía hasta en 95 mil Bs.
Es un hecho que no sólo en las parroquias que conforman el municipio Francisco Linares Alcántara, sino en el país entero, los venezolanos adquieran sus alimentos con presupuestos tan limitados que sólo alcancen para sustentarse de forma diaria, sin tener plena seguridad que al día siguiente les sobrará un poco de dinero para poder comer.
SAMIRA HERRERA (pasante) | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO
