La primera gran encuesta electoral en Bolivia ha confirmado que el Movimiento Al Socialismo (MAS) se mantiene a la cabeza de cara a las elecciones presidenciales de mayo, pese al fraude electoral que provocó en noviembre la caída de su líder, Evo Morales.
El candidato revolucionario Luis Arce (31,6% en intención de voto) pasaría así a segunda vuelta electoral, en la cual disputaría la victoria con el centrista Carlos Mesa (17,1%) o con la presidenta provisional, Jeanine Áñez (16,5%).
Más alejado se sitúa el tándem de Luis Fernando Camacho y Marco Pumari (9,6%), los dos jefes cívicos que lideraron la rebelión contra la revolución indígena tras las elecciones de octubre. El polémico candidato evangélico de origen coreano, Chi Hyun Chung, la gran sorpresa del año pasado, sólo llega al 5,4% en intención de voto. El resto de los aspirantes quedan muy rezagados, incluido el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga, con sólo el 1,6% en su proyección de votos.
La primera gran incógnita tras la medición, realizada por CiesMori, es si el MAS puede crecer hasta alcanzar el 40% de votos, que combinado con que ninguno de sus rivales alcanzara el 30% le otorgaría el triunfo sin necesidad de ir a la segunda vuelta. Según los expertos, si se descuentan votos blanco y nulos Arce estaría en torno al 35% de los sufragios.
“Que el MAS llegue al 40% lo veo muy lejano, pero van a intentar crecer lenta y paulatinamente a lo largo de la campaña. Todo el resto del arco de candidatos antimasistas, que van del centro a la extrema derecha, van a intentar el sorpasso. Sin duda estamos ante unas primarias del antimasismo”, vaticinó para EL MUNDO el analista político Marcelo Arequipa.
De cara a una segunda vuelta, los sondeos establecen hoy empates técnicos entre Arce y sus dos rivales del centro y de la derecha, pese a que la masa de apoyos del antimasismo superaría ampliamente a su rival en las urnas de mayo.
“Con la unidad y la conciencia del pueblo boliviano derrotaremos a la dictadura”, adelantó Evo Morales, tras regresar a Buenos Aires desde La Habana, en donde permaneció durante una semana para someterse a tratamiento médico. El líder aymara pretende relanzar la candidatura de Arce, su elegido, con un encuentro de ambos con el presidente argentino, Alberto Fernández.
Morales pretende salir elegido como senador, pese a los procesos judiciales a los que será sometido. Quien fuera presidente durante 14 años sigue convencido de que “el pueblo llora para que yo vuelva”.
