Jesús Acosta, quien estuvo en la mañana de este jueves en los servicios generales del Cicpc, tramitando la entrega del cadáver de su hijo para el sepelio correspondiente, manifestó lo siguiente: “Mi hijo no era ningún delincuente o azote de barrio, sino que la Policía me lo mató tras confundirlo con un hampón del barrio, y ahora quién repara ese error cometido”.
Dijo que Kenyerberth Jesús Acosta, de 26 años de edad, no vivía en El Mácaro del municipio Santiago Mariño, sino en Las Vegas en Cagua. Se ganaba la vida ejerciendo el oficio de albañilería.
Dejó en la orfandad a una niña de seis años y su actual pareja está en estado de gravidez. Tiene ocho meses y en los próximos días dará a luz, dijo el denunciante ante los periodistas de elsiglo.
Comentando que su hijo se trasladó al sector Samán Tarazonero a visitar a una amiga y este lunes entre las 5:30 y 6:00 de la mañana, ingresó una comisión policial sacando a la muchacha y un niño, después se escucharon unos disparos.
Luego manifestaron que se trató de un enfrentamiento. Mi pregunta es: ¿Cuál enfrentamiento? ¿Quién me responde por eso? “Y hasta donde
yo tengo conocimiento es que los policías confundieron a mi hijo con un delincuente del barrio”, agregó el denunciante. Los policías le “sembraron” un arma”, dijo.
“Kenyerberth, aclaró, no era conocido en la comunidad como “El Mono” y nosotros la familia lo llamábamos “Ken” por su nombre, tampoco tuvo problemas con la justicia”.
“Hoy (ayer) me entregaron el cadáver para su cristiana sepultura, y después haré las diligencias correspondientes ante el Ministerio Público, en donde solicitaré una investigación imparcial y se establezcan las sanciones de rigor”, expresó el señor Jesús Acosta.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO
