Victorianos están llevando las frutas como pan caliente

Tras un recorrido realizado por las principales fruterías y mercados populares del municipio Ribas, se constató que pese a que las frutas mantienen precios elevados, los ciudadanos siguen apostando a adquirir las mismas, ya que a su parecer están más económicas que muchos otros productos.

Consumidores aseguran que el secreto está en caminar y buscar precios
Consumidores aseguran que el secreto está en caminar y buscar precios

Y es que según los dueños y encargados de estos sitios en la Ciudad de la Juventud, las ventas no son comparables a la de años anteriores. Sin embargo, para la primera semana de enero se encuentran sorprendidos, ya que los consumidores no han dejado de comprar cualquier tipo de frutas. Aseguran, que el factor denominador es llevar “un poquito de cada cosa”.

Siendo así, que el kilogramo de patilla y lechosa se consigue desde los 12.500 bolívares, el tomate 27 mil, el cambur 24 mil, la piña 8.500 bolívares y la guayaba 39.500 Bs. Por su parte, la mandarina y durazno se ubican en no menos de 36 mil bolívares.

Sofía Páez, encargada de una frutería, informó que las frutas que más lleva son las de temporada por ser las más económicas, las mismas son lechosa, melón, cambur, parchita, mandarinas, naranja, piña y durazno. “Las ventas han estado buenas, las personas pese a la situación siguen comprando sus frutas y llevando en cantidades razonables”, aseveró.

Ante este cuadro de precios, algunos consumidores manifestaron que para adquirir lo que necesitan en sus casas, deben destinar en muchas ocasiones hasta más de un sueldo mínimo, pero esto a su parecer los ha hecho ingeniárselas para seguir comprando estos alimentos tan nutritivos. Peregrinar siempre es su mejor opción.

Mariela Palma mientras hacía sus compras, manifestó que tanto ella como muchos victorianos, deben realizar grandes recorridos para poder comprar las frutas a precios económicos. “Los precios han aumentado de manera considerable desde el mes pasado, por lo que me he visto obligada a reducir las compras que hacía diaria a semanales”.

Carlos Rojas agregó, “los costos me han hecho comprar cada 15 días. Los sacrificios que son para comida se hacen con mucho placer. En ocasiones el sueldo no alcanza, pero ya los venezolanos estamos acostumbrados a solucionar. El secreto está en caminar y buscar precios”.

Por su parte, Norma Ortiz exclamó, “los precios si están bastante altos y cambian casi que diariamente y con diferencias exorbitantes entre comercios, pero tenemos que comer, no nos podemos morir de hambre. En mi caso me tengo que limitar mucho para poder comprar las frutas, pero son meramente necesarias”.

En resumidas cuentas, al parecer los habitantes de esta parte del estado Aragua comenzaron el 2020, con las esperanzas a tope, pues los costos que mantenían las frutas no les impidieron comprarlas. Esto a la luz de que en las cajas, eran pocas las cestas que no tenían por lo menos un kilogramo de tomate, piña, cambur, guayaba o parchita.

DANIEL MELLADO | elsiglo