El próximo mes de febrero terminará el día 29 y no el 28 como estamos acostumbrados, por eso llamamos al 2020 año bisiesto. Cada cuatro años nos encontramos con un día más, una costumbre que se remonta a siglos atrás y que ha influido en las distintas culturas creando supersticiones de lo más curiosas.
Cada año, según el calendario que usamos, dura 365 días. Cada día es una vuelta de la Tierra sobre sí misma, mientras gira durante todo el año alrededor del Sol y el 1 de enero volvemos al punto de partida en la órbita terrestre, o casi. En realidad, la Tierra gira 365,24219 veces, por lo que tardamos en dar una vuelta completa al Sol, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos, ¿qué pasa con ese tiempo restante?
Para compensar esas más de 5 horas que perdemos cada año, hace siglos que contamos con la tradición de sumar un día extra al calendario cada cuatro años. Ese día es el 29 de febrero y implica que nos encontramos en un año bisiesto. Sólo es un día más como los demás, pero nuestros antepasados adornaron esta costumbre con mitos y supersticiones que llegan hasta ahora.
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El responsable de este cambio en el calendario es Julio César el emperador romano y su calendario juliano fueron los que corrigieron ese fallo en el calendario en el 46 a.C y compensaron esas horas de más que no se tenían en cuenta. Y así ha permanecido a lo largo del tiempo, incluso con el cambio al calendario gregoriano establecido el Papa Gregorio XIII en el 1582 d.C.
Cómo saber qué años son bisiestos
Sin embargo, aunque se suele decir que es cada cuatro años, este sistema es más complejo. Para saber con precisión si un año será bisiesto y si le tenemos que añadir ese 29 de febrero debemos seguir una serie de reglas matemáticas sencillas. Sólo son años bisiestos aquellos que se puedan dividir por cuatro, excepto los que se puedan dividir por 100, a menos que se puedan dividir por 400.
Tranquilo, lo vamos a explicar más despacio. Todos los años bisiestos deben poder dividirse por cuatro, como 2020. Pero si ese año también se puede dividir entre 100, entonces es posible que no lo sea, salvo si (como última prueba) podemos dividirlo por 400. De esta forma, los años 1700, 1800 y 1900 no fueron bisiestos, mientras que el año 1600 y 2000 sí que lo fueron.
2020 nos traerá buena o mala suerte
Gracias a esta regla, en 2020 tendremos un día más para disfrutar, pero no todos lo ven con optimismo. Muchas culturas han terminado asociando los años bisiestos con la mala suerte. De esta manera, en el sabio refranero popular encontramos expresiones como “año bisiesto, año siniestro”.
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En Grecia directamente consideran que todo el año traerá mala suerte, no sólo ese día extra. Si nos ponemos negativos veremos que los años bisiestos han sido testigos de tragedias como el hundimiento del Titanic o el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, también se recuerdan por grandes descubrimientos como la penicilina.
Por otro lado están culturas como la irlandesa que lo consideran símbolo de buena suerte y auguran una buena vida a aquellos bebés que nacen un 29 de febrero.
