235.000 personas huyeron en dos semanas por un ataque del gobierno en Siria

Las filas de camiones llenos de colchones, armarios y ropa son cada vez más concurridas en las carreteras que conectan a la región de Idlib con el norte de Siria.

El ataque del gobierno Bashar al Asad, apoyado por Rusia, a esta última zona controlada por grupos rebeldes ha hecho que, en total, casi un millón de personas huyan hacia la frontera con Turquía en busca de refugio.

Solo en las últimas dos semanas, en pleno invierno, cuando los precios del combustible y los alimentos han subido estrepitosamente, más de 235.000 personas se fueron de Idlib, según cifras de Naciones Unidas.

El desplazamiento en Idlib es para organizaciones de derechos humanos “la peor crisis humanitaria” en una guerra civil, iniciada en 2011, que ya dejó 5 millones de refugiados y más de 60.000 muertos.

A diferencia de otras crisis de refugiados en esta guerra civil, las familias que salen de Idlib prácticamente no tienen a dónde ir, debido a que el gobierno turco de Recep Erdogan ha cerrado la frontera con el argumento de que su país “no tiene cómo recibir” más sirios refugiados (hay 4 millones solo en Turquía).

Y aunque el cierre de la frontera no impide del todo el flujo de personas, muchos pueden terminar en otros países europeos, sobre todo en Grecia.

Mientras tanto, miles de familias sirias se han asentado en campamentos improvisados en el norte de Siria, usando sábanas como protección, debajo de árboles de olivas, en medio del frío y sin acceso a agua ni alimentos.

 

Elsiglo