El presidente estadounidense, Donald Trump, enfrenta hoy varios desafíos para construir su polémico muro fronterizo, entre ellos el acceso a tierras privadas, las cuales el gobierno podría tomar incluso sin la anuencia de los propietarios.
Recientemente el mandatario republicano manifestó que esperan tener listas más de 400 millas (643 kilómetros) de la obra a finales de 2020, pero el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, Mark Morgan, reconoció que podrían no cumplir su objetivo de levantar 450 millas (724 kilómetros) para esa fecha.
Entre los obstáculos que enfrenta el gobernante para levantar esa pared en los límites con México se incluyen una pesquisa sobre los contratos de construcción y un fallo judicial con el cual se bloquearon fondos de emergencia que Trump quiere tomar del Departamento de Defensa.
Sin embargo, un artículo publicado este jueves por el diario The New York Times sostiene que el acceso a tierras privadas podría ser ‘la barrera más alta que se interpone entre el presidente y su muro.
Aunque el camino final que seguirá la pared fronteriza aún no está establecido, 162 millas (260 kilómetros) de esa obra atravesarán el sur de Texas, 144 millas de las cuales se encuentran en propiedades privadas, y Trump solo ha adquirido tres millas (cinco kilómetros) de ese tipo desde 2017.
Según el Times, el presidente ha sugerido durante reuniones tomar la tierra de los propietarios privados, y en ese caso, la ley está del lado de la administración, pues abogados y académicos declararon que los dueños de tierra a lo largo de la frontera tienen opciones limitadas una vez que reciben una solicitud del gobierno.
«Pueden permitir voluntariamente que las autoridades accedan y examinen sus tierras y, si los funcionarios deciden que las desean, aceptan la oferta del gobierno. O pueden ir a los tribunales para abogar por una mayor compensación», explicaron.
De cualquier modo, y según lo establecido en la ley, el gobierno puede comenzar la construcción en sus terrenos incluso antes de que los propietarios reciban los pagos totales.
Los abogados federales pueden argumentar que la construcción del muro es una emergencia, lo que casi siempre hace que la corte otorgue al gobierno la posesión física de la tierra, indicó al periódico Efrén Olivares, un abogado del Proyecto de Derechos Civiles de Texas. Reseñó Prensa Latina.
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