El cine nacional vivió uno de sus peores años

No fue el mejor año para la industria cinematográfica nacional. Pocos estrenos, una caída en el número de espectadores y la censura marcaron los días del año que termina. Aunque también hubo momentos para celebrar: realización de festivales y reconocimientos internacionales.

El descenso registrado en la asistencia a las salas sigue siendo uno de los principales problemas que arrastra el sector. En 2017 el número de espectadores fue de 21.226.361 y al año siguiente bajó a 14.021.046, según datos de la Asociación de la Industria del Cine, lo que representó una caída de 33,95%.

En 2019 el panorama no varió. José Pisano, director general de Cinematográfica Blancica y director general de Cines Paseo, estima que asistieron a las salas, a lo sumo, 12 millones de personas.

Esto ocurre en un país que atraviesa la crisis política, social y económica más grave de su historia y en la que el cine fue considerado, siempre, como el entretenimiento más económico. Un escenario con una inflación acumulada de 5.515,6%, y la anualizada en 13.475,8%, desde noviembre de 2018 hasta noviembre de 2019, de acuerdo con datos de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.

Solo 128.000 personas (de una población de 28 millones), en promedio, han ido al cine una vez a la semana en Venezuela durante 2019, reseñó el diario El País en un artículo publicado en octubre. Esto representa una caída de 15,7% con respecto a 2018.

12 millones de personas, aproximadamente, asistieron a las salas de cine este año | Foto Archivo
«Ha sido una caída significativa producto de la crisis. No es solo el problema eléctrico que afecta a los centros comerciales, se suma la cantidad de personas que emigraron y la crisis económica. Elementos que hicieron que el hábito de ir al cine se hiciera a un lado», indicó Pisano.

A principios de este mes una entrada para una sala del Circuito Cinex en Caracas costaba entre 69.500 y 105.000 bolívares para funciones 2D; las 3D y 4D cuestan entre 83.300 y 304.500 bolívares. El salario base de la población es de 150.000 bolívares. Significa que una entrada básica puede representar 70% del sueldo mínimo.

Para el crítico Luis Bond los altos precios en las entradas han hecho que el espectador pierda interés en el cine.

Sergio Monsalve, crítico de cine de El Nacional, opina que en términos de taquilla se vive el año más oscuro del cine nacional de este siglo. “Estamos hablando de un período en el que casi ninguna película reportó ganancias”.

A las pérdidas originadas por la poca asistencia a las salas se suma la baja venta en las caramelerías. Gran parte de los ingresos de los circuitos de cine viene dado por la venta de golosinas. “La poca gente que sí puede pagar una entrada, igual no puede comprar un combo de cotufas, refresco y un chocolate. Esto acelera la crisis del sector”, señaló Bond.

La situación, agregó el también profesor universitario, hace que los espectadores sean más selectivos con la película en la que van a invertir una entrada. En términos generales prefieren una cinta hollywoodense antes que una producción venezolana. “Esto le pasa factura a los realizadores del país, sin excepción”.

La noche de las dos lunas, filme de Miguel Ferrari, fue la producción nacional más vista en el país. Hasta ahora contabiliza 10.156 espectadores, según registros de José Pisano, cifra ínfima con la que no puede recuperar su inversión.

En 2019 llegaron a la cartelera 12 películas venezolanas: La noche de las dos lunas, Blindado, La corte malandra, Amnesia, Infieles; Yo, mi ex y sus secuestradores; Interferencia, Jazmines en Lídice, Primavera en Petare, Milagro de Navidad en Petare, y los estrenos de las últimas semanas del año: Violeta y Juan. Fueron 9 menos que el año pasado, cuando hubo alrededor de 21 filmes en las salas, de acuerdo con el portal Visor.

 

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