Niños traumatizados por la guerra y la desidia

“Me quiero morir” son palabras que Angela Modarelli nunca pensó que podrían salir de la boca de niños de 7 y 8 años.Pero en el campamento griego de Moria, en la isla de Lesbos, es una frase que se repite constantemente.

Según los psicólogos que trabajan allí, entre los que está Modarelli, cada vez más niños se autolesionan e intentan suicidarse en lo que se ha convertido en uno de los campamentos de refugiados más grandes de Europa.

“Están en condiciones inhumanas” así viven los miles de personas que esperan bajo el frío y la nieve una oportunidad para ingresar a Europa

Cerca de 18.000 personas de las cuales casi 7.000 son niños- viven actualmente en este lugar que fue construido para albergar solamente a 2.000 migrantes.

Y se espera que lleguen más: recientemente las islas del Egeo han observado un repentino aumento en el número de refugiados provenientes de naciones como Siria, Afganistán e Iraq.

Muchos de los niños que han llegado traen traumas causados por los conflictos armados en sus países de origen. Sumado a esto, al llegar a Europa se encuentran con un ambiente que tampoco favorece a su desarrollo mental.

En el centro se pueden ver escenas de niños en edad preescolar golpeándose la cabeza contra la pared, por ejemplo, o halándose el cabello. Los que son un poco más mayores, entre 12 y 17 años “comienzan a cortarse a sí mismos y empiezan a hablar sobre el deseo de morir“, le explicó a la BBC Modarelli, quien es especialista en psicología infantil de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).

 

BBC