El derrame de petróleo está afectando “grandemente” al Lago de Maracaibo

En el Lago de Maracaibo, el más extenso de Venezuela, el agua no siempre es dulce y la vida en general casi nunca es fácil. En este ecosistema, afectado por incesantes derrames de petróleo, una gran cantidad de pescadores y peces se baten en un duelo a muerte en el que los seres acuáticos tienen una amenaza doble.

“Estamos sufriendo con el derrame de petróleo”, dice a Efe Ernesto Luano, un pescador de 36 años que cada día se aleja de las orillas de esta cuenca con la esperanza, casi siempre frustrada, de encontrar peces exentos del crudo que yace en estas aguas desde hace meses.

Según sus cuentas, el petróleo derramado en esta zona comenzó a afectar su actividad económica y al sustento familiar hace siete años, pero se ha agravado en los últimos meses cuando las fugas de crudo se multiplicaron y, además, se volvieron comunes las tuberías rotas y con ello las efervescencias de gases en este mar cerrado.

DOS HORAS DE VIAJE

Con menos suerte incluso, Amado Hueres debe hacerse camino con sus brazos mientras flota desde la orilla hasta la zona de pesca. El trayecto le toma dos horas, 120 minutos en los que brazada tras brazada impulsa el salvavidas que lo separa por centímetros de las aguas contaminadas.