Alimentos que nunca deberías meter en la nevera

Sin duda, la nevera es el primer lugar en el que pensamos a la hora de conservar los alimentos, sobre todo, los productos perecederos. Está claro que la refrigeración es una excelente opción para guardar los alimentos, mantener su frescura y alargar la fecha de consumo de la mayoría de ellos. Pero, ¿te has preguntado si estarás conservando ciertos productos de forma equivocada? ¿Deberías almacenar algunos de esos alimentos de manera diferente, antes de ceder a ese primer impulso de meterlos en tu frigorífico último modelo? ¿Hay productos que no deberían estar allí?

Pan

Meter el pan en el frigorífico hará que se ponga duro, rancio o se estropee antes de tiempo. ¡Eso sin mencionar que también se quedará seco! Si alguna vez necesitas conservar pan, es preferible congelarlo. Puedes meterlo en el congelador por piezas o cortado en rebanadas. Cuando lo necesites, solo tendrás que sacar la pieza y dejar que descongele a temperatura ambiente, o meter el pan cortado directamente en la tostadora. ¡Parecerá que acabas de comprarlo!

 

 

 

 

 

 

 

 

Papas

Si quieres disfrutar de unas deliciosas y crujientes patatas fritas, déjalas en la despensa hasta que vayas a utilizarlas. Lo ideal es mantenerlas a temperatura ambiente, alejadas del frío o calor excesivo. Lo único que conseguirás metiendo las patatas en la nevera, es convertir un delicioso entrante en una pasta dulzona y viscosa.

Ajo

Los ajos se conservan mejor en lugares ventilados. Nunca deben colocarse en sitios demasiado atiborrados ni por supuesto, en la nevera. Si lo haces, sólo lograrás que aumente su nivel de acidez y se llenen de moho, algo potencialmente perjudicial para la salud.

Cebollas

Al igual que ocurre con los ajos, los bulbos de cebolla no aguantan bien el frío. ¡Las cebollas se pudren más rápidamente con la humedad! Por ese mismo motivo, procura no mezclarlas con las patatas, incluso aunque hayas buscado un lugar seco en la despensa para conservarlas.