Cada 21 de noviembre se conmemora en Venezuela el Día del Estudiante Universitario para recordar a los alumnos de la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello, que un día como este en el año 1957 realizaron una huelga como protesta al anunciado plebiscito que reelegiría como presidente a Marcos Pérez Jiménez.
No obstante, esta acción que extendió el reclamo al resto de la ciudad de Caracas, desató una represión que incluyó la toma de la UCV, el encarcelamiento de muchos de sus miembros y el cierre de centros de Educación Superior.
Hoy 62 años después, la lucha del sector universitario permanece más vigente que nunca para hacer valer sus derechos y mantenerse de pie ante las adversidades que les ha tocado vivir en los últimos años.
Para muchos estudiantes universitarios este 21 de noviembre no hay nada que celebrar, sino más bien reflexionar sobre las dificultades que atraviesan para asistir a sus aulas de clases buscando llegar a la meta que se han propuesto de ser profesionales.
En este sentido, Alejandra Moreno, estudiante de quinto año de medicina indicó, “nuestra vida como universitarios cada vez es más difícil debido a la situación país, yo creo que no hay nada que celebrar por esta misma razón”.
De igual manera, Robert Fuentes, quien estudia ingeniería civil destacó que para los estudiantes no es fácil lo que están atravesando, “personalmente no tengo nada que celebrar, día a día pasó trabajo por falta de transporte y otros factores que influyen en mis estudios, además el nivel educacional ha disminuido mucho”.
Por su parte, Diana Heredia, también estudiante de ingeniería expresó que el Día del Estudiante Universitario es una fecha muy especial, “se reconoce el esfuerzo que damos sin darnos cuenta, después de todo hasta el final del día nos damos cuenta que si queremos ser alguien en la vida tenemos que esforzarnos para después ver los logros o frutos que tanto deseamos”.
PAÚL ESTEBAN TREJO | elsiglo
