Muertos padre e hijo en presunto enfrentamiento con comisión del Cicpc

Como Carlos Alberto Figueroa Niño, de 50 años de edad, y Carlos Alberto Figueroa Cedeño, de 26 años, fueron identificados padre e hijo que resultaron muertos en un presunto enfrentamiento con una comisión de la División de Investigación de Robo y Hurto de Vehículos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en un sector de San Agustín del Sur, parroquia San Pedro del municipio Libertador, Distrito Capital.

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En la medicatura forense de Bello Monte, la esposa de Figueroa Niño y madre de Figueroa Cedeño, admitió que padre e hijo se dedicaban al robo y hurto de autos, pero negó el presunto enfrentamiento. “En verdad ellos se dedicaban a robar automóviles, pero nunca mataron a nadie, no merecían que los ajusticiaran”.

Según la viuda, se enteró que el pasado miércoles 13 del presente mes, su esposo conducía un auto Chevrolet Corsa, color rojo, por un sector de Los Rosales, parroquia Santa Rosalía, al sur del municipio Libertador.

Por el lugar pasaba una unidad de la División de Investigación de Vehículo del Cicpc, los funcionarios notaron la actitud sospechosa de los ocupantes del Corsa. Intentaron detenerlos, pero por respuesta el chofer del carro imprimió velocidad para huir del sitio.

Se inicio una persecución que culminó en un sector de San Agustín, al volcar el carro de los que intentaban escapar. El conductor fue obligado a colocarse en el pavimento, mientras que los policías reventaron una de las ventanas para rescatar al copiloto que quedó atrapado en el interior del auto.

“Testigos me dijeron que los del Cicpc colocaron en el pavimento a mi esposo y a mi hijo y les efectuaron a cada uno un tiro en el pecho y luego lo trasladaron al Hospital de los Seguros Sociales Dr. Miguel Pérez Carreño. Ni mi esposo ni mi hijo eran unos santos, pero no merecían que los mataran de esa manera, no hubo enfrentamiento alguno”, reiteró la esposa de Figueroa.

La señora Cedeño dijo que se enteró de lo ocurrido por cuanto la mayor de su hija, estudiante de la Universidad Bolivariana, casualmente pasaba por el lugar donde volcó el auto con el padre e hijo, y una vecina que la reconoció le narró que los del Cicpc habían matado a su padre y a su hermano.

Indicó la señora que fue el pasado viernes que acudió a la morgue y mediante fotos pudo reconocer a padre e hijo. “Todavía no me han entregado los cuerpos. Creo que es una retaliación”.

El hombre dejó cinco hijos, mientras que Figueroa Cedeño no dejó descendiente. “Mi esposo metió a su hijo en estas cosas. Ellos robaban carros, pero no mataron a nadie, mi esposo no era ninguna joyita, pero no merecía que lo mataran de esa forma”, recalcó la señora Cedeño.

La viuda indicó que padre e hijo tenían unos dos meses dedicados a la venta de frutas y verduras. “En el Corsa estaba la mercancía que habían comprado para la comercialización”.

EFRÉN PÉREZ HERNÁNDEZ | elsiglo-Caracas