Tecnología al servicio de la salud

La imagen de Mari Carmen Gandiaga, una paciente con esclerosis múltiple de 52 años, al colocarse un exoesqueleto un aparato de soporte parecido a un espaldar mecánico ayudándola a levantarse, a moverse y a caminar con una estabilidad robótica, impresiona. Este tipo de dispositivo médico con tecnología punta es una muestra del trabajo que desarrollará el laboratorio de análisis del movimiento de Tecnalia, el centro de investigación y desarrollo, en su sede del Parque Científico y Tecnológico de Miramón.

Precisamente, la tecnología aplicada en el ámbito de la salud, a través de la medición de los movimientos del cuerpo humano, centrará las investigaciones de este laboratorio, el primero del Estado y el tercero en el mundo con estas características. Así, también contará con un equipo de 40 técnicos, la mayoría ingenieros especializados en el campo de la medicina, que desarrollará nuevas soluciones y dispositivos tecnológicos que después sean utilizados en los procesos de recuperación con pacientes que presenten lesiones neurológicas.

De esta manera, los resultados que se obtengan en el laboratorio servirán para mejorar los tratamientos con dispositivos tecnológicos, como, por ejemplo, los exoesqueletos. Los estudios también contribuirán a la prevención de diferentes trastornos de índole muscular o de los huesos. Según Jesús Valero, director de Salud de Tecnalia, este espacio permitirá medir varios aspectos relacionados con el movimiento;desde las diferentes posturas y la actividad cerebral, hasta los estímulos exteriores y la reacción de los pacientes.

El laboratorio de Tecnalia en Miramón cuenta con dos equipamientos de última tecnología. Por un lado, el sistema Rysen monitoriza los movimientos de los pacientes con el fin de crear un entorno seguro y, a la vez, facilita el trabajo del terapeuta. El otro es el sistema de cámaras Simi,que captura los movimientos del cuerpo sin utilizar ningún tipo de marcador.

En la asociación de esclerosis múltiple de Bizkaia, por ejemplo, ya se están llevando a cabo rehabilitaciones con el empleo de un exoesqueleto. Se trata del primer centro que participa en el proyecto de Tecnalia y que, además, semanalmente recibe a 255 pacientes con enfermedades neurológicas.

Entre esos pacientes está Mari Carmen Gandiaga que, junto a otras 60 personas, acude exclusivamente a una terapia con exoesqueleto. En su caso, presenta un problema de movilidad leve y, aunque es capaz de caminar por su cuenta, ha ido perdiendo la movilidad con el paso del tiempo. Según explica, al padecer esclerosis múltiple, sus movimientos no son los más correctos, por lo que afirma que con cada sesión “reinventa” su forma de andar. Al terminar la terapia y tras quitarse el exoesqueleto es cuando “mejor” se siente, porque nota el progreso y las “mejorías” que le ofrece la terapia. Aparte de ella, existen “muchísimos” otros pacientes que necesitan este tipo de soporte físico en su objetivo por mejorar la salud, pero “lamentablemente” solo disponen de un dispositivo con esta tecnología, por el momento. De hecho, en el conjunto del Estado hay ocho exoesqueletos disponibles y solo uno está en Euskadi.

Por ahora, ninguna asociación o centro de salud guipuzcoano dispone de un exoesqueleto para implementarlo en las terapias de pacientes con afecciones neurológicas. Sin embargo, desde Tecnalia esperan que pronto se pueda acercar estas tecnologías a entidades como Ademgi, la asociación de esclerosis múltiple de Gipuzkoa.

Las ventajas que plantea esta iniciativa tecnológica, por una parte están dirigidas al desarrollo de la industria enfocado en el ámbito de la salud que, después, impulse a las empresas del territorio en la producción de esta tecnología. A su vez, la mayor utilidad está prevista para cubrir las necesidades de los pacientes, principalmente, pero también del personal sanitario, para que ambas partes se beneficien de estos avances al servicio de la salud y mejoren su calidad de vida.