Los aumentos compulsivos de las verduras en el último mes se han convertido en un enemigo número uno para el sueldo mínimo del ciudadano, destacando el caso del tomate.
Dependiendo de su calidad y tamaño, esta fruta está costando entre 20.000 y 30.000 mil bolívares el kilo, sin contar con la reciente subida del dólar, que amenaza con subir todo.
En vista de la situación, Judith Acosta declaró: “Casi no compro tomate, ni cebolla porque lo que tengo sólo alcanza para medio comer”, confirmando que gasta más de 100.000 bolívares en productos de consumo básico, como lo son aliños y granos. A pesar de no ganar en gran cantidad, aún puede obtener pequeñas cantidades que mejoran su cocina de manera regular.
“El apio y ocumo han subido en cantidad”, declaró el comerciante Ender Escalona, quien también recalcó que la gente se lleva lo que usa a diario porque no les alcanza el salario.
Por su parte, Oscar Villasinda expresó que estaba en desacuerdo con el incremento del producto y que le parecía exagerado, ya que el precio del dólar se ha mantenido este último mes, insinuando que el costo de los productos sube por la monetización de las divisas que cambia diariamente creando dificultad en los vendedores para establecer un precio fijo.
Añadió que “todo ahora está caro, pero tenemos que soportar lo que estamos viviendo y esperar que las cosas mejoren”.
Así mismo se pudo apreciar un poco más de cerca como se vive la situación del ciudadano de clase media que a pesar de las condiciones aún pueden adquirir los productos de acceso cotidiano.
ANDREA SUBERO (pasante) | elsiglo
